El Reglamento de Honores de la institución establece que la máxima distinción de la provincia se otorgue a personas físicas o jurídicas
Como en los mejores tiempos del nacional-catolicismo, la Diputación concede hoy la medalla de oro de la institución, la máxima distinción de la provincia, a la Virgen de las Angustias, patrona de Granada. La concesión será aprobada por el pleno a propuesta del PP, que gobierna la Diputación con mayoría absoluta, pese a que el Reglamento de Honores y Distinciones establece que dicha condecoración se deberá otorgar a personas físicas o jurídicas.
El citado reglamento no contempla ninguna cláusula ni establece excepciones que permitan conceder tal distinción a imágenes, representaciones o símbolos de cualquier tipo. El su artículo 10, la normativa estipula que la concesión de las medalla de la provincia, en sus categorías de oro y plata, “habrá de recaer en entidades o personas físicas o jurídicas, privadas o públicas, a propuesta e iniciativa de la Comisión de Honores y Distinciones de la Diputación o respondiendo a petición razonada de entidades, centros de carácter oficial o asociaciones de reconocido prestigio y solvencia”. (Sic)
Ni persona física ni jurídica. La Virgen de las Angustias es una imagen religiosa que cuenta con gran número de devotos, tantos que ni siquiera la oposición es capaz de pronunciarse en contra de la concesión de la medalla de oro. De hecho, la propuesta fue dictaminada favorablemente en la Comisión de Honores y Distinciones con la abstención de los grupos de la oposición (PSOE e IU) sin que ninguno de los grupos alegara que iba en contra del propio reglamento de la institución.
Ni PSOE ni IU se pronunciaron en contra de la concesión
La imagen de la patrona de Granada acumula un largo historial de condecoraciones y distinciones. La mayoría de esos honores proceden de la época franquista, incluido el título de Capitán General, que le fue concedido por decreto el 23 de junio de 1955. Desde entonces la imagen lleva fajín de capitán general y se le rinden honores como tal. Ahora, como si el tiempo no hubiera transcurrido, la imagen religiosa vuelve a ser receptora de variadas distinciones.
La arrolladora victoria del PP en las últimas elecciones municipales, que por primera vez le ha permitido gobernar la Diputación en democracia, no sólo llevó a la institución el fervor religioso sino que parece haber desatado una frenética carrera para otorgar honores a la imagen religiosa. La distinción que hoy aprueba la Diputación no es la primera que se le otorga en los últimos meses.
El pasado febrero, el Ayuntamiento de Granada acordó también concederle la medalla de oro de la ciudad por el Centenario de su Coronación, la misma causa que arguye ahora la Diputación.Entonces apenas hubo voces críticas, salvo la Asociación Granada Laica, que censuró la decisión municipal por vulnerar el principio de aconfesionalidad del Estado. Por lo demás, la concesión de la medalla de oro de la ciudad fue aprobada por todos los grupos políticos (PP, PSOE y UPyD), con la excepción de IU, que votó en contra.