La noche del 19 al 20 de agosto tendrá lugar un Vía Crucis por la capital y pasará por la Puerta del Sol. El movimiento 15-M mantiene en la céntrica plaza madrileña una caseta de madera que hace las veces de puesto de información para los «indignados» y, si la delegación del Gobierno en la región no da instrucciones precisas para desmantelar a los «irreductibles» de Sol, parece que los «indignados» y los peregrinos coincidirán en el kilómetro cero
Ante el temor de que se produzcan incidentes, muchos se han preguntado si la delegada en Madrid, Dolores Carrión, no dará orden a la Policía Nacional para que los «indignados» abandonen definitivamente la plaza. Sin embargo, Carrión aseguró ayer al respecto que no se producirá «ningún incidente ni interferencia» entre los peregrinos de la JMJ y los «indignados» que quedan en Sol. La delegada se reunió ayer –llevan más de 40 reuniones– con responsables de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid, Policía Nacional, Guardia Civil, servicios de emergencia y 128 municipios madrileños que participarán en el evento. La JMJ movilizará a más de 10.000 agentes policiales y se han habilitado 1.100 puntos de alojamiento.