Se plantea un cambio gradual de comportamiento, sin afectar a los pactos
La relación entre el Gobierno socialista y la jerarquía eclesiástica no va a ser igual tras la nota de orientación electoral aprobada por la Conferencia Episcopal del jueves. Los obispos desaconsejaban votar propuestas que coincidían con las del PSOE y criticaban "leyes gravísimas injustas" y negociación política con ETA, asumiendo el postulado del PP contra el Gobierno. Esta nota, sumada a la concentración de final de año donde los obispos criticaron la "legislación antidemocrática" del Ejecutivo, ha hecho que en la cúpula socialista se alzaran ayer los gritos de "basta ya".
La primera, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, que el mismo jueves protestó, en nombre del Gobierno, al presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, por el contenido del documento. En una llamada telefónica, De la Vega reprochó a Blázquez que la jerarquía eclesiástica utilice el terrorismo en el debate partidista y se identifique, por tanto, con la pieza clave de la estrategia de oposición del PP en esta legislatura. Lo mismo remachó anoche en un mitin, en Ourense, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero: "Los obispos no tienen derecho a utilizar el terrorismo en campaña, y si no se lo hemos aceptado a Rajoy, tampoco se lo vamos a aceptar a ellos", informa Cristina Huete.
Ceremonias y funerales
La cúpula del PSOE dio un paso más al advertir a la Iglesia que su "alianza con el PP condicionará el futuro de las relaciones con el Gobierno", y que dichas relaciones "van a ser diferentes de lo que han sido porque así lo han querido". La dirección socialista se hizo eco de las palabras de su presidente, Manuel Chaves, que apuntó ayer por la mañana en esa dirección en un foro del diario Cinco Días en Sevilla. Chaves consideró "tremendo" que los obispos "mientan" en su manifiesto electoral.
La ejecutiva del PSOE no se plantea una revisión de los acuerdos financieros con la jerarquía episcopal ni de los pactos con la Santa Sede, según adelantó Chaves. Pero sí pueden cambiar, de modo gradual, los comportamientos del Gobierno hacia los obispos en las atribuciones que el Estado le ha concedido graciosamente, según la dirección del partido en el Gobierno.
Carlos García Andoin, coordinador federal de Cristianos Socialistas del PSOE, precisó que el Gobierno podrá cuestionar el papel protagonista de la Iglesia en ceremonias y funerales de Estado. El cardenal Rouco Varela presidió los funerales por las víctimas del 11-M y tanto él como otros jerarcas de la Iglesia han protagonizado otras ceremonias de Estado, como funerales por militares y policías, muertos en actos de servicio.
Además de eliminar esta competencia graciosa del Estado hacia la Iglesia, el Gobierno puede aumentar el pluralismo religioso con subvenciones a otras religiones minoritarias, pero legítimas.
García Andoin detecta un malestar creciente entre el electorado socialista católico por la actitud de los obispos. Según el CIS, el 78,7% de los votantes socialistas se declara católico, y un 33%, practicante. Sólo un 14,6% se declara no creyente, y un 10,7% opina que no debe estudiarse ninguna religión. "Es por respeto a los numerosos católicos españoles, que también son Iglesia, por lo que no nos planteamos la revisión de los acuerdos", explican fuentes socialistas.
Ayer hubo numerosos pronunciamientos de dirigentes socialistas contra la jerarquía. Lo que más indignó fue su "hipocresía" en relación con el diálogo o negociación con organizaciones terroristas para lograr su final. No sólo la Iglesia vasca lo ha practicado. También una comunidad católica, como la de San Egidio, así como la jerarquía eclesiástica en países latinoamericanos, como Colombia ahora.
El dirigente socialista vasco Ramón Jáuregui pidió a la Iglesia vasca un pronunciamiento. "Es positivo que la Iglesia condene la violencia. Lo que es insólito y rechazable es que se injiera en la estrategia para terminar con ella", señala. Según Fernández de la Vega, es consecuencia de las "coincidencias" del PP y la Conferencia Episcopal.
El ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra fue aún más lejos: "Nos están apretando tanto que nos están llevando a la denuncia de los acuerdos con la Santa Sede".
Careta y privilegios
– Chaves: "Se han quitado la careta, están en su derecho de hacerlo, pero los demás también a responder (…) La mayoría de los creyentes no están de acuerdo con la actitud descarada de los obispos".
– Llamazares:: "Los obispos añoran el nacional-catolicismo (…) Hay que acabar con los privilegios financieros de la Conferencia Episcopal".