Un 10 de junio de 1488, los moros rindieron Vera a los cristianos. El mismo día, pero de 1891, una bula proclamaba a la Santísima Virgen de las Angustias como Patrona de la ciudad de Vera. Por ello, cada año llegada esta fecha, los veratenses salen a celebrar y a mostrar su fervor por su alcaldesa perpetua.
Este lunes era día festivo local en Vera y día grande de sus festejos de junio. Pasadas las seis y media de la tarde, daba comienzo la santa misa en la iglesia parroquial, oficiada por Carlos María Fortes.
Tras la celebración de la eucaristía y entre el sonido de los cohetes, salía a la calle la Patrona de Vera, despojada de su paso de palio que luce cada Viernes Santo.
Abriendo la procesión, la réplica del pendón de la ciudad, portado por el concejal de Hacienda, Alberto Clemente, y custodiado por el resto de autoridades locales. Desfilaban ayer también, como siempre en esta fecha, los niños y niñas que han recibido la primera comunión el pasado mes de mayo, ataviados con sus trajes de marinero y vestidos.
Hay que destacar también las actividades religiosas que tuvieron lugar la jornada anterior, la del domingo. Los veratenses llenaron de ramos de flores la ermita de la Virgen de las Angustias en ofrenda a la patrona. Tras ello, se celebró una misa de campaña oficiada por el párroco veratense Juan Manuel Góngora, No faltaron los cánticos de las rondallas Sol y Luna y de la Tercera Edad, y el baile de Las Chibancas.