Situada en la ribera del río Sena, la Cité du Cinema fue construida para ser el alma y corazón del arte cinematográfico en Francia.
Pero en julio, sin embargo, sus cavernosos estudios se transformarán para ser parte de la villa de los atletas de los Juegos Olímpicos de París.
Allí, deportistas de todos los países y culturas se encontrarán en el comedor sentados unos frente a otros compartiendo comidas e historias. Se trata de un crisol multicultural, en el que cada cuatro años se reúnen personas de todos los credos y colores.
Sin embargo, los atletas de la delegación anfitriona no podrán tener la libertad de vestir como sus invitados.
Para ellos no aplicará la norma que el Comité Olímpico Internacional (COI) recordó en septiembre pasado que en París los atletas podrán representarse a sí mismos y a su fe, además de a su país.