¿Tiene algún sentido que una institución judicial se «identifique» con una opción religiosa colocando un belén? Seguro que los magistrados que han autorizado la colocación de este nacimiento del dios cristiano responderían con temas tradicionales o culturales para justificar su confesionalismo. ¿Puede acaso un ateo sentirse amparado por una institución en cuya entrada ya aparece esta escena religiosa de adoración a un dios?
También una bandera roja es tradicional, del movimiento obrero, y no por eso sería correcto que se colocara en los edificios públicos.
Cada opción particular tiene sus lugares para expresarse libremente, pero todas ellas han de respetar lo que es común a toda la ciudadanía.
Así que ni los centros escolares, universidades, ayuntamientos, sedes judiciales,… ni cualquier edificio institucional o público debe ser utilizado para mostrar simbología religiosa o ideológica particular.