La iniciativa adoptada por el Colegio de Abogados de someter a votación de sus miembros la eliminación de los símbolos religiosos en sus actos no es nueva en España. Hace dos años la Universidad Complutense de Madrid decidió suprimir la Biblia y el crucifijo de sus actos públicos, en una interpretación de la libertad ideológica y religiosa y de la aconfesionalidad que plantea el artículo 16 de la Constitución.
Así fue aprobado por su Consejo de Dirección (compuesto por el rector, los vicerrectores, el gerente y el secretario general) en otoño de 2004. De esta forma, y para dar «cumplimiento a la separación Iglesia Estado que plantea el artículo 16 de la Constitución», se decidió que en cualquier acto que organiza la Universidad «no hubiera ningún tipo de signo religioso», aseguraba entonces el secretario general de la Complutense, Julio González. Ésta es una «sensibilidad generalizada de todo el equipo de Gobierno» donde sobre este tema, «no hay discusión». La propuesta laicista de la Universidad llega hasta las fórmulas que se deben utilizar para comprometerse con el cargo. «Para respetar la intimidad no debemos tener conocimiento de si la gente promete o jura y por eso el quipo de Gobierno sólo manifestó su compromiso». Con su interpretación, el Consejo de Dirección olvidó que la Constitución también insta a los poderes públicos a que «tengan en cuenta las creencias de la sociedad española» e invitó a que mantengan «relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones». La idea de reducir la religión exclusivamente a la esfera de lo privado también puede tener repercusiones en otras realidades de la vida académica como las capillas universitarias o la cátedra de teología. Pese a esta decisión, la Universidad Complutense mantiene «buenas relaciones con la Conferencia Episcopal y la cátedra depende de un convenio que se respeta totalmente». No es la primera vez que el rector Carlos Berzosa muestra su postura contraria a cualquier signo religioso. En 2004, en un chat universitario y como respuesta a una pregunta formulada por una alumna sobre las capillas y la expresión de la fe en la universidad, el rector respondió con rotundidad: «Considero que la Universidad es una institución laica y que, por tanto, no debe dar cabida a ninguna religión, si bien, por el pasado, la Complutense tiene capillas católicas, pero eso creo que no es deseable».