- Suspensión y congelación de sueldo para dos internacionales del Persépolis
- El entrenador también fue despedido por no haber informado al club
- 'Han roto de forma tan fea los tabúes sociales y éticos', afirma un portavoz
Agarrar el trasero de un compañero tras el éxtasis del gol es considerado "inmoral" en Irán. Y se pena con la suspensión y congelación del sueldo al 15 por ciento. Este es el castigo impuesto por la Federación de Fútbol de Irán (FFI) a Mohammad Nosrati y Sheys Rezaei, futbolistas internacionales del Persépolis, el club más popular del país.
La polémica celebración se produjo el pasado sábado en la victoria del Persépolis ante el Damash Gilan (2-3). Tras el primer gol, logrado de cabeza por Vahid Hashemian, Nosrati metió la mano en un lugar tabú para el régimen ultraconservador de los ayatolás. Los protagonistas alegaron que se trataba de una broma, aunque la Federación no tardó en sancionar de forma indefinida a Nosrati y con dos partidos a Rezaei.
El castigo no terminó ahí, ya que el técnico también fue despedido por no haber informado del incidente al club, que recibe financiación del gobierno. Mahmoud Khordbin, de 63 años, es toda una institución del fútbol iraní y llevaba en la dirección del equipo desde 1980.
"Nosrati jugó con la selección durante 11 años, pero eso no significa nada cuando en esta ocasión ha roto de forma tan fea los tabúes sociales y éticos", comentó un portavoz del club a la agencia estatal ISNA. Hay que recordar que el partido fue televisado en directo para millones de personas, lo que supone todo un escándalo para el régimen ultraconservador de esta República Islámica.
Desde hace años, la FFI quiere inculcar "valores sociales" en el fútbol y evitar cualquier tipo de escándalo sobre el césped o en las gradas. De hecho, mantiene el veto a las mujeres para acceder a los estadios y obliga a las futbolistas a jugar con el tradicional 'hiyab'.