La crisis política que vive el país impedirá que la medida sea votada por el Senado y deja en el aire su entrada en vigor
La Bélgica convulsionada por una crisis política y de identidad ha encontrado hoy unos minutos para debatir y votar en la Cámara baja la ilegalización de toda vestimenta que oculte el rostro de las musulmanas, por considerar que tal complemento realmente enmascara una condición de esclavitud. Bélgica querría ser el primer país europeo en prohibir el velo islámico, pero la crisis política dejará la ambición sólo en intento fallido. La ley, aprobada con sólo dos abstenciones, debe ser votada en el Senado, que no podrá hacerlo ante la previsible disolución de la Cámaras de la próxima semana.
"Nuestro país es cada menos comprensible en el extranjero, pero al menos la unanimidad de la votación sobre el burka y el niqab nos hará sentirnos orgullosos de ser belgas", ha manifestado desde el estrado el liberal Denis Ducarme al defender un proyecto legislativo aprobado por unanimidad hace un mes por la comisión de Interior. "Somos el primer país en hacer saltar el cerrojo que ha sometido a muchas mujeres a la esclavitud y esperemos ser seguidos por Francia, Suiza, Italia, Países Bajos y otros países que piensan".
A quienes evocan la libertad de religión o de otras creencias para defender "prácticas medievales", en palabras del liberal flamenco Bart Sommers, les respondió este prominente parlamentario del partido que ha sumido al país en la actual crisis política, que "no tomar clara posición [en favor de la ley] supone abandonar a las mujeres a mecanismo de regresión religiosa".
Entre los alrededor de 600.000 musulmanes que viven en Bélgica, un país de unos 10,5 millones de habitantes, raramente se ven mujeres cubiertas integralmente. Pero hay casos, como la que hace unos días aseguraba que de ser aprobada la ley ella se vería obligada a vivir toda la vida encerrada en casa o el par de mujeres cubiertas de arriba a abajo se encaminaban un reciente viernes hacia la mezquita hablando por un móvil.
El texto aprobado no alude explícitamente al burka o al niqab. Se limita a señalar que quienes "se presenten en espacios públicos con el rostro cubierto o disimulado, total o parcialmente, de forma que no sean identificables" serán sancionadas con una multa de entre 15 y 25 euros y/o con una pena de reclusión de uno a siete días. La definición de espacios públicos trasciende la vigente en los reglamentos municipales de muchas localidades sobre edificios públicos para cubrir calles, jardines o terrenos deportivos.
La legislación contempla excepciones, como los cascos de motos o los disfraces de carnaval.
Más allá de marcar el camino a otros países, como decía Ducarme, el hecho es que la ilegalización del velo integral tardará meses en ser una realidad en Bélgica. El proyecto votado en la Cámara de Representantes debe ser revisado y enmendado, en su caso, en el Senado. Como la crisis política va a imposibilitar este tránsito ante la inminente disolución de las Cámaras, el proyecto quedará inconcluso en la actual legislatura. Si lo retoma la que nazca de las elecciones a celebrar probablemente en junio, el proceso deberá comenzar desde el principio.