Para muchos, es una nueva estampa de lo que ha devenido Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump.
Un video que se volvió viral este fin de semana, muestra a un grupo de adolescentes, muchos de ellos con la gorra con el emblema de la campaña de Trump (Make America Great Again) burlándose y acosando a un hombre indígena durante una marcha en Washington DC.
Los jóvenes rodean al anciano, originario de la tribu Omaha de Nevada, mientras toca un tambor y entona cantos tradicionales.
Según trascendió después, los adolescentes son estudiantes de la escuela secundaria católica de Covington en Kentuck, que solo acepta estudiantes de sexo masculino, y participaban en una marcha contra el aborto.
Mientras, el hombre que cantaba y tocaba es Nathan Phillips, un veterano de la guerra de Vietnam que participaba en otra marcha que se dirigía al Cementerio Nacional de Arlington para rendir honor a los indígenas estadounidenses caídos en el conflicto.
«Cuando estaba allí cantando, los escuché gritar ‘construye el muro, construye el muro‘ (una de las consignas de los seguidores de Trump)», comentó luego Phillips, mientras se limpiaba las lágrimas en un video publicado en Instagram
«Esto son tierras indígenas. Se supone que no debemos tener muros aquí. Nunca lo hicimos», agregó.
Según informaron medios estadounidenses, el incidente comenzó cuando los estudiantes y otros jóvenes religiosos afroestadounidenses (al parecer de otra confesión religiosa que predicaban en las cercanías) comenzaron a gritarse y a insultarse mutuamente.
La tensión creció entre los grupos y fue entonces cuando Phillips comenzó a tocar su tambor y a cantar para intentar controlar la situación hasta que se topó con el joven que no se movió, de acuerdo con los reportes.
La grabación del acoso provocó un acalorado cuestionamiento en las redes sociales, no solo por el abuso y la burla a una persona mayor o por su condición de indígena y veterano de guerra, sino por lo que trasluce sobre el país en el que tuvo lugar.
Reacciones
La congresista Deb Haaland, una de las primeras mujeres indígenas elegidas para el Congreso, consideró que se trataba de una escena que «rompía el corazón» por su muestra de irrespeto e intolerancia.
«Este veterano arriesgó su vida por nuestro país. El despliegue de odio, falta de respeto e intolerancia descarados de los estudiantes es una señal de cómo la decencia común ha decaído bajo este gobierno», escribió en Twitter.
Mientras, Ruth Buffalo, congresista por Dakota del Norte y miembro de la Nación Mandan, Hidatsa y Arikara, opinó que lo sucedido era solo una muestra de lo que los indígenas estadounidenses han enfrentado y continúan enfrentando.
La actriz y activista Alyssa Milano aseguró en Twitter que el video la hizo llorar, en tanto, el actor Chris Evans consideró que las acciones de los estudiantes fueron «espantosas» y «vergonzosas».
La Diócesis de Covington y la Escuela Secundaria Católica emitieron posteriormente una declaración en la que ofrecían sus «más sinceras disculpas» a Phillips.
«Condenamos las acciones de los estudiantes de la escuela secundaria católica de Covington hacia Nathan Phillips, específicamente, y los nativos estadounidenses en general», se lee en el comunicado.
Agregaron que estaban investigando el incidente y que tomarían la «acción apropiada».
Por su parte, la madre de uno de los estudiantes respondió a las críticas en una carta al sitio Heavy.com y atribuyó a «musulmanes negros» la confrontación, sin proporcionar ninguna evidencia de la afirmación.
La mujer afirmó que los «musulmanes negros» habían estado acosando a los estudiantes y cuestionó que Phillips le «tocó el tambor en la cara» a uno de los jóvenes.