Una delegación de la Asociación Laica de Rivas Vaciamadrid (ALRV) ha sido invitada, el 27 de septiembre, al Parlamento Europeo (Bruselas), a un encuentro sobre laicismo organizado por el parlamentario europeo de Izquierda Unida Willy Meyer. La delegación la integraba, además, una representación de la asociación española Europa Laica así como diversos representantes de organizaciones de Izquierda Unida de las distintas Comunidades Autónomas.
La jornada de la mañana estuvo dedicada a la visita a instalaciones del Parlamento Europeo, así como a la información sobre el funcionamiento de las instituciones europeas. La delegación fue recibida por Willy Meyer quien manifestó el grave momento de legitimidad y credibilidad por el que atraviesan las instituciones europeas, inició su intervención diciendo que “el principal problema de Europa está en esta Casa…” (refiriéndose al Parlamento). Puso de relieve que el actual modelo de la construcción europea, no sólo carece de los mecanismos institucionales y representativos (democráticos) mínimos necesarios, sino que al no contemplar más que los factores relacionados con los aspectos mercantiles y financieros, provoca el abandono de los aspectos sociales, cuya divergencia está creando una verdadera fractura social en el seno de la Comunidad Europea. Las implicaciones de ese proceso para nuestro país son de un verdadero golpe de estado institucional, cuya concreción es el completo abandono de todo cuanto la Constitución estipula como derechos y libertades imprescindibles para la consecución de una vida digna como ciudadanos: trabajo, vivienda, servicios públicos de calidad, servicios sociales,…
En la primera sesión de la tarde, además de Willy Meyer, intervinieron otras dos ponentes: por el grupo parlamentario portugués Inês Zuber, y por el grupo parlamentario francés Charlotte Balavoine, repasando ambas en sus intervenciones el estado del laicismo en sus respectivos países. En la segunda sesión tuvo lugar la intervención de los tres ponentes que disertaron sobre el laicismo en nuestro país: la primera a cargo del miembro de la Junta Directiva de la Asociación Laica de Rivas Vaciamadrid (ALRV), Juan Manuel del Castillo, que hizo un rápido repaso desde el inicio de las democracias modernas y la consolidación de los derechos sociales, un esbozo sobre la situación actual y la reducción progresiva de gran parte de esos derechos ya conquistados, para acabar con la fundamentación de la inseparable unidad entre servicios públicos, laicismo y libertad de conciencia. El segundo ponente fue el miembro de la Junta Directiva de Europa Laica, Pablo Laguna, que presentó a la Asociación, su ámbito de actuación y las principales campañas desarrolladas últimamente, así como las previstas próximamente (sobre el IRPF, el IBI a los edificios eclesiásticos, por una escuela pública laica, las inmatriculaciones…). Por último, el Presidente de la ALRV, Enrique Ruiz del Rosal, realizó una breve descripción de la actividad de la Asociación en sus seis años de existencia, para acabar preguntándose:
¿Qué necesitamos de la Comunidad Europea?
En unos momentos como los actuales, ante una crisis de legitimidad de la construcción europea como la que estamos padeciendo, por motivos fundamentalmente políticos, pero con secuelas predominantemente económicas, el laicismo, a nuestro entender debe ser un eje fundamental de la construcción de la nueva, aún por construir, democracia política europea. Para ello los componentes laicistas de la nueva ciudadanía sobre los que debería articularse la nueva Europa que necesitamos son, a nuestro entender los siguientes:
1.- Debe desaparecer de Europa ese anacronismo residual que son los Concordatos con la Ic, que sitúan al poder civil subordinados al poder religioso y que privilegian las creencias religiosas (católicas) respecto al resto de creencias, sean o no de origen religioso. Esto no provoca más que la subordinación de la legislación civil a la canónica, dando a las confesiones cristianas un estatus jurídico público que no les corresponde.
2.- En consecuencia, debe armonizarse el tratamiento fiscal a las entidades religiosas, eliminando todas las exenciones y bonificaciones fiscales de las que se benefician a cargo de los presupuestos públicos, como ha sucedido con el IVA. En España aún tenemos pendientes de desaparición las exenciones del IBI, del ICIO, IAE,… No cabe tratar a las confesiones religiosas como si de entidades públicas se tratara: son entidades de derecho privado, como cualesquiera otras.
3.- Debe eliminarse la presencia de los representantes políticos, en su calidad de tales, de todos los actos litúrgicos y confesionales religiosos, así como la intromisión de los ceremoniales religiosos en los actos civiles.
4.- Debe desaparecer el adoctrinamiento religioso de las escuelas públicas, especialmente por lo que concierne al ataque al libre desarrollo de la personalidad de los niños y jóvenes y a su derecho a formarse en el espíritu crítico, en la razón y en el libre juicio. Pero además, porque los contribuyentes abarcamos todo tipo de creencias y convicciones, sean o no de naturaleza religiosa, y por tanto no debemos ser obligados a financiar creencias particulares, por más o menos mayoritarias que parezcan.
5.- Debe regularse con carácter mucho más restrictivo el conglomerado de fundaciones y actividades de mecenazgo, a través de las cuales se desvían ingentes cantidades de dinero de las confesiones cristianas para fines que son, exclusivamente de interés particular, sufriendo las arcas públicas una enorme sangría económica. Esto mismo es aplicable al cúmulo de actividades económicas empresariales o de otros agentes sociales que se benefician de estos generosos tratamientos legales.
Para concluir, el diputado Meyer manifestó su interés en procurar un encuentro laicista de ámbito europeo, con un más amplio tratamiento de la problemática laicista.
Juan Manuel del Catillo, Willy Meyes, Pablo Laguna y Enrique Ruiz
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