La Conferencia Episcopal afirma que el porcentaje de estudiantes que eligen la asignatura confesional ha caído este curso por debajo del 60% por primera vez.
La asignatura de Religión sigue perdiendo alumnos a las puertas del cambio de currículo, que se producirá en septiembre y, según todos los análisis, provocará un importante descenso en la matrícula de la materia, cuyas calificaciones ya no contarán en el expediente a efectos de solicitar una beca o una plaza en la Universidad. La Conferencia Episcopal ha publicado este miércoles su estadística, que indica que el porcentaje de alumnado matriculado en colegios e institutos ha caído por primera vez del 60%.
Los datos que ofrece anualmente la Conferencia Episcopal son una estimación, basada en la información proporcionada por sus delegaciones de enseñanza, y resultan varios puntos más altos que los oficiales. Tienen la ventaja, sin embargo, de referirse al mismo curso en que se publican (los últimos del Ministerio de Educación disponibles reflejan la situación de hace dos años) y sirven para ver la tendencia. Según el órgano que reúne a los obispos españoles, el porcentaje de estudiantes que elige Religión ha bajado este curso al 59,85%; el año pasado representaba el 60,59%, y hace dos, el 63%. La Educación Primaria es el curso con más alumnos matriculados (62,77%), seguido de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO, con el 59,15%) y el Bachillerato (48,25%).
El Ministerio de Educación refleja que, en el curso 2019-2020, el alumnado realmente matriculado fue casi cinco puntos inferior al que los obispos dijeron en el caso de Primaria y la ESO, y 12 puntos inferior en el caso del Bachillerato. Fue del 61,2% en Primaria, del 57,75% en la ESO, y del 36,28% en Bachillerato.
A finales de los años noventa, en torno al 80% de los alumnos estudiaba la asignatura en Primaria y el 70% en la ESO. La caída de la matrícula se frenó con el cambio en la regulación de la asignatura introducida en 2013 por el PP, la Lomce, que hizo que su nota contara para el expediente. En la ESO, provocó que la matrícula remontara 10 puntos. Los responsables educativos esperan que el nuevo currículo provoque un significativo descenso de alumnado el curso que viene. Religión se estudia mucho más en los centros concertados que en los públicos: la diferencia se sitúa entre 35 y 40 puntos en Primaria y la ESO, y en unos 20 puntos en Bachillerato, según los últimos datos oficiales.
Pese a la caída de matrícula, los obispos se han mostrado satisfechos este miércoles con los datos que han dado a conocer. “Valoramos muy positivamente que más de tres millones de alumnos y alumnas cursan semanalmente la enseñanza de Religión como asignatura libremente elegida; se trata de cifras significativas que hay que considerar en el marco de una sociedad diversa de creciente pluralidad cultural y religiosa”, han señalado en un comunicado.