Cientos de peregrinos vivieron ayer en la Basílica y el entorno de la plaza de la Patrona la onomástica de la Virgen de Candelaria, que debido al fuerte viento reinante en el municipio no pudo salir en la tradicional procesión alrededor de la plaza. Aunque sí lo hizo a la puerta lateral de la Basílica para saludar a los peregrinos que no tuvieron sitio en el interior, durante la eucaristía oficiada por el obispo Bernardo Álvarez.
El obispo volvió a recordar la historia de Simeón y Ana y la importancia de la luz en el cristianismo, que representa la Virgen de las Candelas, con su niño en los brazos, en alusión a que “Jesús nos acoge, como lo hará esta tarde con los niños nacidos el año pasado”, recordó.
Bernardo Álvarez agradeció a los tinerfeños la gran acogida que tuvo durante el mes de octubre la visita de la Virgen a La Laguna y Santa Cruz, dentro de los actos del 200 aniversario de la Diócesis Nivariense, que precisamente se cumplieron este 1 de febrero. Cuando se concedió la bula para constituir la Diócesis en San Cristóbal de La Laguna, había en Tenerife 110.000 habitantes, cinco distritos y 54 parroquias, mientras que 200 años después la Isla suma un millón de habitantes y ya cuenta con 312 parroquias, muchas de las cuales estuvieron presentes ayer en Candelaria, con cientos de fieles y sacerdotes venidos en guaguas de casi todos los lugares de la Isla, con más presencia que hace un año, al caer en esta ocasión en sábado.
“El día de la onomástica de la Virgen es una jornada que vivimos intensamente y en la que, de manera especial, la ciudadanía de Candelaria se convierte en anfitriona para los miles de peregrinos que dirigen sus pasos hacia la Villa Mariana para honrar a la imagen de la Patrona de Canarias”, destacó la alcaldesa, María Concepción Brito.