Iznatoraf ha vivido un fin de semana que ha quedado para la historia. Durante tres días la patrona de las Cuatro Villas y Reina del Olivar, la Virgen de la Fuensanta, ha visitado el municipio donde ayer fue nombrada oficialmente Alcaldesa Perpetua Honoraria. Además, también se hacía efectiva la concesión del título de Patrona de Iznatoraf. El de ayer fue el acto culmen de lo vivido durante estos días.
Ayer fue un día grande para señalar en el calendario de esta población con la celebración de la Santa Misa en Acción de Gracias por el nombramiento de Patrona y Alcaldesa Honoraria a Nuestra Señora de la Fuensanta, una Eucaristía que estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro, quien se mostró muy cercano y agusto en esta población y entre sus vecinos. La alcaldesa, Antonia de la Paz Manjón, fue la encargada de entregar el bastón de mando realizado expresamente para la ocasión al obispo, quién posteriormente lo colocaría a los pies de la Virgen. A las autoridades civiles locales, les acompañaron representantes de los otros tres ayuntamientos de la comarca, que acudieron invitados por la Corporación Municipal, además de Miguel Contreras en representación del Ayuntamiento de la capital jiennense.En cuanto al ámbito religioso, no faltaron las representantes de la Cofradía de la Virgen de la Fuensanta en Iznatoraf, quienes a su vez invitaron a representantes de este tipo de entidades religiosas de toda la comarca llegando desde Villacarrillo, Villanueva del Arzobispo y Sorihuela del Guadalimar. El acta de aprobación del título de Alcaldesa Honoraria y perpetua, fue leído por el secretario del Ayuntamiento, Antonio Rojo, y en cuanto a la resolución de concesión del título de patrona, fue el párroco el encargado de leerlo ante los presentes.
Ayer la Iglesia se llenó para participar de esta fiesta religiosa que ha quedado para la historia. En este caso además también participó el Coro Polifónico de la Asunción junto a miembros de la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Vera Cruz interpretando varias piezas musicales para acompañar el desarrallo de la misa. Ya por la tarde se realizó un rosario en honor a los patronos, y acto seguido salía del templo de la Asunción la Virgen de la Fuensanta para despedirse de este pueblo y emprender el camino de regreso a su santuario. Salió la Virgen a la plaza de San Fernando e inició su camino bordeando el templo por la zona de la umbría, lugar en el que por esa puerta se asomó el Cristo de la Vera-Cruz para despedir a la Virgen. Cientos de fieles acompañaron el desfile hasta enfilar el camino de los caños, desde donde comenzó por la “puerta de Beas” el descenso desde Iznatoraf, camino al santuario. Varios kilómetros de recorrido dónde se hizo una especial y emotiva parada junto a la fuente donde según la tradición se obró el milagro de la Virgen. Los costaleros de Iznatoraf les tomaron el relevo los habituales del municipio Villanovense.