Los costes asumidos por el Ayuntamiento serían el principal argumento para pedir que haya menos
Viacrucis en Cuaresma, las habituales estaciones de penitencia de Semana Santa, las Vírgenes del Carmen en julio y, cómo no, la Virgen del Mar en agosto. Patrones de algunos barrios, en octubre Vírgenes del Rosario… Y, además, salidas extraordinarias con motivo de distintas efemérides. Ese es, a grandes rasgos, el calendario cofrade de Almería en lo que a procesiones a lo largo y ancho del año. Y al Ayuntamiento de Almería le parece mucho.
Al menos, así se desprende de una petición realizada por parte de la alcaldesa, María del Mar Vázquez, al Obispado y a la propia Agrupación y transmitida posteriormente a las propias hermandades de Almería capital: según se anunció en el plenario de hermanos mayores celebrado el pasado lunes, la alcaldesa de la ciudad de Almería ha pedido mesura a la hora de sacar a la calle procesiones extraordinarias.
Se trataría de una petición trasladada directamente al obispo de la Diócesis de Almería, Antonio Gómez Cantero, que ya habría deslizado en recientes entrevistas la necesidad de levantar el pie del acelerador en lo que a procesiones extraordinarias se refiere.
Fuentes de la Agrupación de Hermandades y Cofradías aclaran que en ningún caso se prohíben o acotan desde el Consistorio las salidas procesionales. Simplemente, se solicitaría a cofradías y grupos parroquiales que se midan bien las circunstancias por las que se sale o no en procesión extraordinaria (con el firme propósito de disminuir su número total en el calendario).
El principal argumento -o así fue trasladado por el propio delegado episcopal para las Hermandades y Cofradías, Juan José Martín Campos- no es otro que lo costoso que sería para las arcas municipales el número de procesiones extraordinarias celebradas en un año.
Lo que dicen las normas
En realidad, esta petición realizada desde Alcaldía dejaría ahora la pelota en el tejado del propio obispo. Al fin y al cabo, todas y cada una de las procesiones extraordinarias están escrupulosamente regladas y siempre tienen al obispo como última figura que aprueba o no las salidas.
La Diócesis de Almería ya dispone de unas precisas Normas Diocesanas para Hermandades y Cofradías en las que se estipula meticulosamente cuándo se puede solicitar al Obispado una procesión extraordinaria (y con qué motivos se le da luz verde): “En cuanto a las procesiones extraordinarias, con autorización episcopal, se podrán realizar procesiones extraordinarias de carácter conmemorativo al cumplirse los primeros 25 años de efemérides religiosas de las hermandades y cofradías, y de sus imágenes titulares, tales como la fundación de la cofradía o de la exposición al culto o coronación de una imagen titular; y del mismo modo los años que resultan ser múltiplos de 25“.
En ese sentido, es ahí donde se enmarcan las procesiones extraordinarias de 2023 o las planificadas para 2024: la del Cautivo en junio del pasado año con motivo del 75 aniversario fundacional del Prendimiento, la de los Dolores del Sepulcro en septiembre para celebrar el centenario de la cofradía, la del Carmen de El Zapillo en diciembre por su 25 aniversario o la que fue trágicamente cancelada para conmemorar el 250 aniversario fundacional de la Soledad. En el mismo marco se enclava la prevista para el 19 de octubre de 2024 con María Santísima de Los Ángeles como protagonista, celebrando el 25 aniversario de la hermandad del barrio homónimo.
Además, de forma paralela, las salidas extraordinarias se multiplican con la celebración de otros actos: el rosario vespertino extraordinario de la Merced como parte el 75 aniversario del Prendimiento, el rosario de ánimas del Carmen de El Zapillo en noviembre o el viacrucis que realizará en febrero la Hermandad de Los Ángeles como parte de sus bodas de plata. Y para eso también hay una norma diocesana: “De igual modo requieren la autorización del Obispo las procesiones parroquiales no contempladas en los estatutos pero organizadas por hermandades y cofradías para el rezo del rosario o la práctica del viacrucis”.
En definitiva, las salidas extraordinarias, más o menos numerosas (cuestión esta plenamente subjetiva), están sustentadas en todo caso en las Normas Diocesanas elaboradas precisamente para controlar y medir este tipo de procesiones, evitando que tengan lugar de forma injustificada.
Otra salida fuera de lo habitual que vino a revitalizar todo un barrio fue la de Porta Coeli, la Virgen del Rosario de Regiones Devastadas, cuya salida se produce solo cuando la festividad del Rosario caiga en sábado, cosa que sucedió en 2023. En ese caso, las normas diocesanas estipulan que “las procesiones organizadas por las Mayordomías parroquiales sólo necesitan la autorización del párroco de la parroquia en la que se organicen y realicen”, situación que se daba en este caso.
Fuera de esta normativa quedan otras salidas puntuales y extraordinarias igualmente aprobadas por el obispado, como la que tendrá lugar este fin de semana con San Sebastián como protagonista en el marco de la celebración del 350 aniversario de la parroquia almeriense.
Año Jubilar 2025
En el horizonte, a medio plazo, se plantea la llegada de un Año Jubilar, el de 2025, en el que sobrevuela la posibilidad de organizar una procesión con las imágenes de la Esperanza existentes en la Diócesis. Y para eso también hay un hueco en la normativa: “También las procesiones extraordinarias motivadas por la celebración de un año santo o jubilar, u otra efeméride religiosa de carácter extraordinario”.
En cualquier caso, todo debe pasar por las manos del obispo, que es quien en última instancia aprueba o no la celebración de este tipo de procesiones extraordinarias, que son, a ojos del Ayuntamiento de Almería, demasiadas.