Un culto en Kenia desafía los límites de la libertad religiosa y otras lecturas para estar al día.
Paul Nthenge Mackenzie era un taxista pobre en Kenia que, gracias a sus elocuentes sermones, se convirtió en un exitoso televangelista. Ahora está acusado de asesinato, terrorismo y otros delitos en un caso conocido como “la masacre de Shakahola”.
Shakahola es el nombre de un bosque ubicado entre dos destinos turísticos populares —el Parque Nacional Tsavo y la costa del océano Índico— y fue el lugar adonde Mackenzie se mudó con cientos de sus seguidores, a los que predicaba sobre el inminente fin del mundo.