El Tribunal Superior de Justicia no tuvo en consideración la objeción de los padres, que se basaba sólo en creencias religiosas.
El Tribunal Superior de Justicia de Londres autorizó este lunes una transfusión sanguínea para un bebé de unas semanas enfermo del corazón, a pesar de las objeciones religiosas de sus padres que son testigos de Jehová.
El niño está enfermo del corazón y no podrá sobrevivir si no se somete a cirugía cardiaca y recibe una transfusión de sangre, según los médicos del Hospital Infantil de Birmingham (Inglaterra), que han solicitado permiso para operarlo.
A pesar de que los padres sólo han aceptado que su hijo sea intervenido quirúrgicamente pero no consienten que reciba una transfusión, el juez Joseph Keehan sentenció que sí la recibirá porque "es lo mejor para los intereses del pequeño".
Tras una audiencia en la División Familiar del Tribunal Superior de Londres, Keehan explicó que comprende la oposición de los padres pero que lo mejor para el que bebé es que sea operado y reciba una transfusión.
"La objeción de los padres se basa en creencias religiosas como testigos de Jehová, ya que no pueden consentir que su hijo reciba sangre. Yo entiendo totalmente su postura", afirmó.
Sin embargo, "mirando por los intereses del niño, no tengo ninguna duda de que lo mejor para él es que le operen, así que, siendo ese mi punto de vista, está claro que tiene que recibir esa transfusión de sangre", tanto durante la intervención como después, si fuera necesario, argumentó.
Los testigos de Jehová consideran un pecado recibir transfusiones de sangre y rechazan que se les administre en contra de su voluntad.
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