El ministro de Interior Jorge Fernández Díaz, ha sido nombrado presidente de la deleación que viajará al Vaticano para asistir a la canonización del Beato Manuel González García.
Ya nos tiene acostumbrados este tipo a los excesos religiosos. Medallitas a la Virgen de este o aquel pueblo, alcaldes y alcaldesas perpetuas, encomendaciones a algún santo o rezos para que los muertos en accidentes de tráfico no sean muchos a final de año.
Entiendo y respeto que sea un hombre profundamente religioso, pero mandar una delegación para canonizar a alguien y que esta juerga se pague con dinero público es intolerable. Si desea ser el mas ferviente seguidor del Papa que lo sea, nada que objetar, pero que sea su bolsillo el que pague los viajes y las fiestecitas que se montan para tales eventos.
Es muy posible que si tuviera que soportar el gasto de estos viajes de su patrimonio personal, el nivel del fervor bajaría notablemente.