“Han tratado de focalizar sesgada y manipuladoramente el problema”
“Es inaceptable la arbitraria imputación que nos expone sólo a nosotros con tan poco porcentaje delictivo a toda una serie de medidas legales, fiscales, económicas y sociales. Lo cual no significa que lo que nos afecta debamos asumirlo, prevenirlo y acompañarlo de la mejor manera posible como estamos haciendo. ¿Qué quieren tapar o distraer quienes siguen en esta viciada matraca? Cui prodest?, decía Séneca (a quién beneficia)”
“Si se falsea la identidad de la persona humana, financiando con dineros públicos y programas gubernamentales el adoctrinamiento que destruye la antropología en su identidad masculina y femenina, o la causa de la mujer utilizándola desde el feminismo empoderado que no sólo no erradica la injusta violencia machista contra ella sino que la agudiza, o la educación escolar con una perversa manipulación pornográfica y obscena que confunde y daña a los niños y jóvenes desde la ideología de género, seguiremos entonces dilapidando la herencia de siglos”
“Lo han vuelto a hacer (…) Sí, nuevamente han tratado de focalizar sesgada y manipuladoramente el problema de la pederastia como algo imputable solo a la Iglesia Católica, lo cual supone un exclusivo e indebido señalamiento, y deja al pairo a la mayoría de quienes han sufrido esta terrible lacra”. El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, ha vuelto a hacerlo. Y no es novedad.
De nuevo, en su carta semanal, titulada La matraca acusadora, el prelado arremete contra el Gobierno socialista, al que acusa de utilizar la pederastia como “un mantra obsesivo” para atacar a la Iglesia “cada vez que necesita una cortina de humo que distraiga de los verdaderos problemas que tenemos”.
“Hemos de denunciar las tramposas informaciones sesgadas o falsas, y decir humildemente lo mucho y bueno que hacemos como comunidad cristiana, también reconociendo errores, pidiendo perdón y acompañando a las víctimas sean quienes sean”, señala Sanz Montes, quien invita a “salir en defensa de las víctimas asumiendo nuestra responsabilidad en lo que nos toca, pero instando a que la entera sociedad adopte también las medidas adecuadas, empezando por los gobernantes”.
Feminismo empoderado, ideología de género…
Porque, añade, “si se falsea la identidad de la persona humana, financiando con dineros públicos y programas gubernamentales el adoctrinamiento que destruye la antropología en su identidad masculina y femenina, o la causa de la mujer utilizándola desde el feminismo empoderado que no sólo no erradica la injusta violencia machista contra ella sino que la agudiza, o la educación escolar con una perversa manipulación pornográfica y obscena que confunde y daña a los niños y jóvenes desde la ideología de género, seguiremos entonces dilapidando la herencia de siglos en la que hemos ido construyendo nuestra conciencia moral con verdaderos valores a pesar de nuestras contradicciones”.
Y es que, para Sanz, “la sociedad así envenenada y confusa será más manipulable por quienes desde su amoralidad narcisista y falaz pretenden perpetuarse en sus poltronas de poder”.
“No debemos consentir que se nos identifique con ese relato falso que desfigura la verdadera labor de la Iglesia”, concluye el arzobispo de Oviedo, que consiera que “no es inocente” esa “focalización a lo exclusivamente eclesial”.
“Es inaceptable la arbitraria imputación que nos expone sólo a nosotros con tan poco porcentaje delictivo a toda una serie de medidas legales, fiscales, económicas y sociales. Lo cual no significa que lo que nos afecta debamos asumirlo, prevenirlo y acompañarlo de la mejor manera posible como estamos haciendo. ¿Qué quieren tapar o distraer quienes siguen en esta viciada matraca? Cui prodest?, decía Séneca (a quién beneficia)” culmina.