La organización está acusada de extorsionar a sus seguidores y pedirles grandes sumas de dinero
El Gobierno de Japón ha puesto en marcha este martes una investigación sobre la gestión de la controvertida secta Moon, la Iglesia de la Unificación, un grupo religioso que se encuentra en el punto de mira desde que el ex primer ministro Shinzo Abe fue asesinado, ante las numerosas quejas recibidas por parte de sus seguidores. Las autoridades están ahora tratando de discernir si la Iglesia de la Unificación ha incurrido en violaciones de la ley de organizaciones religiosas a la hora de ganar adeptos y gestionar las donaciones recibidas.
El Ministerio de Educación ha puesto en duda el estatus financiero de la organización en una serie de medidas que apuntan a la posibilidad de que las autoridades retiren a la iglesia el estatus de «corporación religiosa«, que otorga beneficios fiscales. «Queremos dejar claro que la verdad se basa en pruebas y documentos, en información obtenida mediante fuentes relevantes, y que la investigación que se realizará también será importante», ha puntualizado la ministra de Educación, Keiko Nagaoka.
Así, los investigadores han fijado el 9 de diciembre como fecha límite para que la iglesia responda a las acusaciones. Se trata de la primera vez que el Ministerio de Educación abre una investigación contra un grupo religioso desde que se estableció la posibilidad de llevar a cabo este tipo de pesquisas.
En caso de que las autoridades cuenten con indicios suficientes de irregularidades, podría solicitar a la Justicia que retire el estatus a la Iglesia de la Unificación, que ha sido acusada de extorsionar a sus seguidores y pedirles grandes sumas de dinero. No obstante, la organización podría seguir adelante con sus actividades religiosas.
Adopción de menores
Por otra parte, el ministro de Sanidad, Katsunobu Kato, ha confirmado que el Ministerio ha enviado una carta a la organización con preguntas sobre la presunta mediación para facilitar la adopción de menores entre sus seguidores. La iglesia ha sido acusada de ayudar a algunos seguidores a adoptar a los hijos de otros miembros de la organización, algo que las autoridades también prevén investigar. La iglesia tendrá un plazo de dos semanas para responder a estas preguntas.
Según la ley de adopción japonesa, las organizaciones deben registrarse como tal ante las autoridades de cada prefectura, por lo que si la Iglesia de la Unificación ha actuado como tal de forma regular, podría haber incurrido en una violación de esta norma.
La organización ha admitido por el momento que se han producido 745 adopciones ente los seguidores desde 1981, pero ha negado haber realizado este tipo de acciones de forma sistemática como haría una agencia de adopción.