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IU quiere garantizar el derecho de apostasía

Propone crear por ley un registro estatal de autoexpulsados de la Iglesia

Cuando, en octubre de 2007, la diputada de Izquierda Unida Isaura Navarro preguntó al Gobierno cómo garantizaría la apostasía “ante los obstáculos de la Iglesia y el incumplimiento de las resoluciones de la Agencia de Protección de Datos”, sabía de antemano que La Moncloa no le diría que sí, que regularía por ley cómo garantizar que cuando una persona reniega de la religión en la que fue bautizado, sale para siempre de sus registros.

Navarro acertaba. En su contestación, un mes después, el Ejecutivo se remitía a la respuesta de manual: que lo único que puede verificarse es una “anotación marginal en la partida de bautismo del reclamante, haciendo constar el ejercicio del derecho de cancelación”.

IU dice estar harta de esa “negligencia” del Estado. Ayer, su alcalde de Rivas Vaciamadrid, Pepe Masa, anunció la creación en su Ayuntamiento de un registro de apóstatas, semejante al de parejas de hecho.

Quitar a la Iglesia sus registros

Esa propuesta saltará al programa del 9-M. Enfajada en su permanente denuncia de las relaciones Estado-Iglesia, IU planteará transitar de la Ley de Libertad Religiosa de 1980 a una Ley de Libertad de Creencias. La nueva norma incorporaría la creación de un registro nacional de apóstatas, en el que se inscribiría todo aquel que quiera autoexpulsarse de su religión. “Y salga de ella de forma efectiva. Queremos despojar a la Iglesia de su poder de control de los registros, ya que ha decidido no respetar el derecho de apostasía”, confirman a Público fuentes de la dirección.

En ese “avance hacia un Estado aconfesional real”, IU propone igualmente regular (por ley o por reglamento) la posibilidad del bautismo civil. Y, sobre todo, del ceremonial laico. Éste reemplazaría el baño católico que impregna buena parte de los actos oficiales, desde las tomas de posesión de cargos públicos a los funerales de Estado. “Eso debe acabarse ya”.

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