La primera mezquita de Venecia se inauguró el viernes 10 de junio en una ceremonia que dio la bienvenida a representantes de las comunidades musulmanas de Italia y del ayuntamiento. La ciudad, que está en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, ahora tiene un lugar de culto para los miles de musulmanes que viven en la ciudad.
El edificio fue comprado con el producto del zakat de los musulmanes de Venecia y los alrededores. Roberto Berton y Nandino Capivilla, representantes de la arquidiócesis católica de la ciudad, asistieron a la ceremonia, junto con varios regidores y políticos locales.
“Espero que a partir de ahora los turistas de todo el mundo que visiten Venecia se lleven no solo una postal de la ciudad, sino también de esta mezquita, la mezquita de Venecia”, declaró Yassin Lafram, presidente de la Unión de Comunidades y Organizaciones Islámicas Italianas (UCOII), y agregó estar “orgulloso de este sitio, que proporciona una prueba más de nuestra integración”.
“Esta mezquita ahora está abierta a todos. De hecho, la Constitución italiana autoriza a todos los ciudadanos a rezar a cualquier dios, en el lugar de su elección”, precisó el presidente de la UCOII. “Todos los musulmanes que viven en Italia quieren ayudar a crear un país donde todos sean respetados y puedan trabajar por el bien común”.
Mezquita abierta en una ciudad multicultural
Por su parte, Sadmir Aliovsky, jefe de la comunidad musulmana en Venecia, aclaró que la nueva mezquita no pretendía ser un lugar abierto solo para musulmanes: “Esta mezquita abrió en una ciudad multicultural visitada todos los días por personas de todo el mundo. Será el crisol de múltiples actividades donde todos serán bienvenidos. A partir de ahora, este lugar está abierto a todos, comenzando por las instituciones locales. Damos la bienvenida a cualquier proyecto, investigación y estudio sobre cultura islámica o integración. Venecia se lo merece.”
Estas precauciones oratorias y la presencia de dignatarios de la Iglesia Católica no parecen suficientes para lograr la aceptación unánime de la apertura de este lugar de culto musulmán en este sitio histórico italiano. De hecho, debemos recordar las reacciones agresivas que suscitó la transformación de una antigua iglesia en una mezquita improvisada durante la Bienal de Arte Contemporáneo de 2015.
La Iglesia de Santa María de la Misericordia, una iglesia barroca en desuso en el distrito de Cannaregio, no albergaba un rito religioso desde hacía 40 años cuando su propietario aceptó que se convirtiera en el pabellón oficial de Islandia. Christoph Büchel, el artista islandés-suizo que diseñó el pabellón, decoró el lugar con caligrafía de versos del Corán y alfombras de oración para crear una verdadera mezquita, abierta con una oración musulmana celebrada por un imam. Para gran disgusto del municipio veneciano que había decidido cerrar el lugar. Desde entonces, la situación se ha calmado, para deleite de los musulmanes.