Un centenar de mujeres y algunos hombres se manifestaron el domingo 20 de agosto contra la intolerancia en señal de solidaridad con las mujeres musulmanas en una playa pública de Trieste, en el norte de Italia.
Una semana antes, unas mujeres presentes en la playa de Pedocin impidieron a estas últimas ir en traje de baño completo, comúnmente llamado burkini. Esta playa es la única en Europa que cuenta con un muro que establece una estricta separación entre hombres y mujeres desde hace más de un siglo.
Para conmemorar la ocasión, varios de los manifestantes acudieron vestidos para recordar a todos que toda mujer tiene derecho a vestirse como desee. “La biodiversidad es magnífica” o “¿Qué contamina más: la ropa o un crucero?”, podríamos leer en los carteles.
Si bien nada prohíbe el uso de trajes de baño completos en las playas públicas, los turistas han invocado razones de higiene para impedir que las mujeres musulmanas naden. La gente, indignada por su actitud, salió en su defensa, lo que provocó tensiones. Los empleados que velaban por la seguridad de la playa tuvieron que ser llamados para evitar cualquier enfrentamiento.
Un mes antes, el alcalde de Monfalcone, municipio situado a unos treinta kilómetros de Trieste, había escrito una carta abierta a la comunidad musulmana declarando que es “inaceptable” venir a la playa en burkini. Anna Maria Cisint, miembro de la Liga (extrema derecha), invocó también razones de higiene pero también normas de “conveniencia”. “No se puede aceptar ninguna forma de islamización de nuestro territorio”, afirmó.
“En Italia, las mujeres pueden vestirse como quieran, pero esto no se aplica a las musulmanas, según el alcalde”, criticó Yassine Lafram, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas Italianas (UCOII), prometiendo “una batalla legal” contra cualquier disposición antimusulmana que el alcalde quiere aplicar “porque sería inconstitucional”.
Aunque la Constitución italiana garantiza la libertad religiosa, varios municipios, principalmente en el norte del país, donde la extrema derecha está bien establecida, han intentado en los últimos años prohibir el uso del velo en su territorio, informa Euronews. En 2006, un tribunal impidió al alcalde de Trieste imponer, por razones de seguridad, la prohibición del velo, asegurando que tal medida socavaba gravemente la libertad religiosa.