Concretamente, los líderes se refieren a una cláusula incluida en los principios del gobierno de coalición ultraderechista que encabeza el primer ministro, Benjamin Netanyahu, que propone a los consejos que desvíen parte de sus fondos hacia unas instituciones «informales» que imparten estas estrictas enseñanzas.
La carta ha ido dirigida a Netanyahu, al ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich (líder del Partido Sionista Religioso de extrema derecha y considerado como uno de los puntales ideológicos del nuevo Gobierno) y el ministro de Educación, Yoav Kisch.
Los líderes locales denuncian que estas instituciones haredíes «no enseñan el abanico entero de estudios seculares que exige la ley» y aseguran que no tienen intención «de beneficiar a una población por encima de las demás», según la carta recogida por el ‘Times of Israel’.
«Como es el Estado el que reconoce a estas instituciones, corresponde al Estado financiarlas», avisan los consejos que, además, entienden esta maniobra como un intento de «expropiación» de sus competencias educativas.
«No vamos a permitir que nos impongan esta enorme carga financiera cuando ya estamos obligados a destinar parte de nuestros presupuestos habituales a los servicios formales de educación», remachan los líderes locales.