Israel ha acusado hoy miércoles a España de ser un país "enfermo de antisemitismo" donde el Gobierno, el poder judicial y la sociedad actúan movidos por un "arraigado sentimiento antisraelí". Una actitud ante la que es necesario, dice, actuar.
¿Qué está pasando en la península Ibérica y cómo podemos combatirlo?", se pregunta un artículo del diario israelí Jerusalem Post, ante lo que califica como cada vez más recientes "incidentes antisemitas instigados por los españoles".
Cartas de escolares dirigidas a la legación israelí con mensajes como "los judíos matan por dinero", insultos al al embajador de "judío asesino, sucio y bastardo" o un dudoso proceso judicial sobre las presuntas violaciones de los derechos humanos en Gaza durante la operación Plomo Fundido son para este diario una muestra más que suficiente de la ola de antisemitismo que recorre actualmente España y que se refleja en los en un discurso más que subjetivo por parte de los medios
Franco, un antisemita
Pero no se trata sin embargo de un fenómeno nuevo, ya que España puede 'presumir' de una "larga historia de antisemitismo" que comenzó "con la expulsión de los judíos en 1492" para continuar con la Inquisición y culminar con el dictador Francisco Franco.
Asegura el Jerusalem Post que Franco fue un "dictador fascista y pro árabe que desde 1939 hasta 1975 sumergió a España en profundos sentimientos antiisraelíes". Como consecuencia y como prueba, el diario señala que en un país con una población de 47 millones de habitantes, tan sólo 30.000 profesan el judaísmo.
Una religión perseguida por una agenda, la del actual "izquierdiata" presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que incluye "fuertes medidas antiisrelíes". nada extraño, concluye, en un dirigente que llegó a insinuar "que alguien podría justificar el Holocausto". ¿Se avecinan problemas en las relaciones bilaterales?