Musulmanes de Osona piden que sus celebraciones religiosas se consideren días festivos ? Patronal y sindicatos prefieren la negociación entre trabajador y empresa
El martes fue un día especial en Manlleu. En este municipio de la comarca de Osona, donde el 17% de sus 20.000 habitantes son inmigrantes, 1.200 musulmanes se congregaron el martes en su pabellón polideportivo para celebrar las oraciones de la fiesta del Día del Sacrificio o fiesta del cordero.
A la ceremonia asistieron también hombres, mujeres y niños de muchos pueblos de la zona norte de la comarca, como Roda de Ter, Torelló o Sant Vicenç de Torelló. En un principio, el encuentro estaba previsto realizarlo en la mezquita, pero el aforo se quedó pequeño.
Esta afluencia masiva podría haber sido más numerosa si las obligaciones laborales de muchos de los fieles no lo hubieran impedido. El Día del Sacrificio no está considerado un día festivo en el calendario laboral español y, a excepción de algunas compañías con propietarios musulmanes, la mayoría de los negocios funcionaron con toda normalidad. Aun así, algunos trabajadores consiguieron negociar con sus empresas un día o unas horas libres a cambio de compensarlas trabajando en sus vacaciones.
Imitar a Francia
Mohamed Azuzi, portavoz de la mezquita de Manlleu, cree que en un futuro el problema de mezclar la vida laboral con la religiosa no existirá. "La sociedad y los empresarios serán sensibles con nuestra comunidad", argumenta.
Desde su posición de interlocutor de los musulmanes de la zona, Azuzi reclama un paso firme de las autoridades: "Sólo tenemos dos grandes celebraciones en el calendario islámico, el Día del Sacrificio y el Aid al Fitr (fiesta del fin del Ramadán). Por lo tanto, no sería difícil introducir estas dos fiestas en el calendario laboral".
Simon el Muhadab, empresario de origen marroquí que regenta una asesoría, está de acuerdo en incluir esas fiestas islámicas en el calendario. "En algunos lugares de Francia ya se hace algo parecido, o, si no, se cambian estos dos días de fiesta por horas extras trabajadas otros días", explica.
Esta última fórmula parece que es la que tiene más posibilidades de futuro. Tanto la patronal como los sindicatos y las organizaciones islámicas ven con buenos ojos que, a título personal, la empresa y el trabajador negocien para que los musulmanes dispongan de días festivos en sus fiestas señaladas.
"Nosotros pedimos a las empresas que sean tolerantes", dice Cesc Poch, secretario de UGT de Osona. Así opina también Hamed al Meziani, presidente del Centro Islámico de Vic: "Los trabajadores, además del mes de vacaciones, tienen cuatro días festivos, y las empresas les tendrían que dejar escoger cuándo disfrutarlos".
Rechazo empresarial
La patronal se opone a incluir más días festivos en el calendario."No tiene sentido que se obligue a parar a empresas de aquí por unas tradiciones religiosas que no tienen nada que ver con ellas", opina Joan Rovira, presidente del Consell Empresarial d'Osona (CEDO), que añade: "Los que no estén de acuerdo con la normativa tienen dos opciones: volver a su país o buscar alguna empresa que no trabaje durante estos dos días".
El sindicato UGT de Osona, por su parte, también es reacio a modificar el calendario laboral. En opinión de su secretario, "no se puede hacer un calendario con 100 confesiones diferentes".