Ningún líder reformista se atreve a denunciar el clima de miedo que reina en la República Islámica, donde las protestas remiten en las calles
Sólo unos pocos ayatolás importantes se atreven a criticar las penas de muerte pero el poder se defiende menospreciándolos
¿Volver a Irán o no? Esta es la pregunta que Mohsen (nombre ficticio) se hace cada día desde un país del Golfo Pérsico donde se ha instalado temporalmente con su familia. Como jefe de una gran empresa del sector privado, se ha mantenido prudentemente al margen de la revuelta que comenzó con la muerte a golpes de Mahsa Amini el 14 de septiembre por no haber observado bien el código de vestimenta vigente.