La ONU critica un uso “innecesario y desproporcionado” de la fuerza y pide la liberación de los arrestados en las movilizaciones
Las autoridades de Irán han afirmado este martes que 40 extranjeros figuran entre los miles de detenidos por su participación en las protestas que se suceden desde hace dos meses tras la muerte bajo custodia de Mahsa Amini, una mujer detenida en Teherán por supuestamente llevar mal puesto el velo.
El portavoz del aparato judicial iraní, Masud Setayeshi, ha indicado que algunos de los extranjeros detenidos se encontraban “sobre el terreno” en el momento del arresto, después de que Irán indicara que entre los arrestados había miembros de los servicios de Inteligencia franceses.
Setayeshi no ha dado detalles sobre las nacionalidades de estas personas, antes de agregar que hasta la fecha han sido imputadas más de 2.400 personas por su papel en las movilizaciones, tal y como ha recogido la agencia iraní de noticias Mehr.
Entre los detenidos figuran dos españoles: una mujer de 24 años arrestada a principios de noviembre y un hombre de 41 años detenido cuando se dirigía a pie a Qatar para ver el Mundial de Fútbol. El Gobierno de España desaconseja los viajes al país a causa de la represión de las protestas.
Steyeshi ha incidido en que “la demanda de la población es que se actúe de forma decisiva contra los acusados y los criminales”. “Todos son iguales ante la ley”, ha apuntado, antes de denunciar que “el enemigo ha mostrado su verdadera cara”. “Los terroristas de hoy son terroristas económicos”, ha señalado.
Asimismo, ha destacado que el aparato judicial “ha llevado a cabo su tarea son precisión y rapidez” y ha prometido que “los terroristas serán llevados ante la justicia por sus acciones”. “Este mal terminará pronto”, ha dicho, al tiempo que ha incidido en que “el aparato judicial no ignora la sangre de los mártires”.
Por su parte, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha alertado de que el aumento del número de muertos por la represión de las protestas, incluidos dos niños fallecidos durante el fin de semana, son reflejo de la situación “crítica” en el país.
“Pedimos a las autoridades que aborden las demandas de la población a favor de la igualdad, la dignidad y los derechos en lugar de usar una fuerza innecesaria y desproporcionada para suprimir las protestas”, ha dicho el portavoz del organismo, Jeremy Laurence.
“La falta de rendición de cuentas por las graves violaciones de los Derechos Humanos en Irán persiste y contribuye a las crecientes quejas”, ha manifestado, antes de resaltar que más de 300 personas han muerto, entre ellos 40 niños, por la represión de las protestas.
En este sentido, Laurence ha detallado que “hay manifestantes muertos en 25 de las 31 provincias de Irán, incluidos más de cien en Sistán y Baluchistán”. “Fuentes oficiales iraníes han informado también de la muerte de varios miembros de las fuerzas de seguridad desde el inicio de las protestas”, ha añadido.
Laurence ha hecho hincapié en que más de 40 personas han muerto en la región del Kurdistán durante la última semana, una zona en la que ha sido desplegado “un número significativo” de agentes de seguridad para reprimir las movilizaciones en ciudades como Javanrud y Saqez.
“Genera una particular preocupación la aparente negativa de las autoridades a entregar los cuerpos de los muertos a sus familias o condicionar esta entrega a que los familiares no hablen con los medios o acepten una narrativa falsa sobre la causa de su fallecimiento”, ha explicado.
Por otra parte, ha criticado que “miles” de personas hayan sido detenidas en las protestas y que al menos seis hayan sido condenadas a muerte, mientras que “un número creciente de personas, incluidos famosas, deportistas y hombres que han apoyado las protestas, han sido citados a declarar o arrestados”.
“Recordamos a las autoridades internacionales que, según eL Derecho Humanitario, tienen la obligación de respetar y garantizar el derecho de asamblea y la libertad de expresión”, ha reseñado, antes de reclamar la liberación de todos los detenidos por “ejercer sus derechos”.
“Nuestra oficina pide también a las autoridades iraníes que impongan inmediatamente una moratoria a la pena de muerte y que revoquen las sentencias a muerte emitidas por crímenes que no se encuadran en los más graves bajo el Derecho Internacional”, ha remachado Laurence.