Teherán prohíbe a las tiendas la venta de rosas rojas y tarjetas de felicitación
A los ayatolás no les gusta San Valentín. Las autoridades iraníes prohibieron la venta de tarjetas de felicitación alusivas a San Valentín y otros productos en forma de corazón y advirtieron que aquellos que los compraran serían castigados. Con estas medidas, el régimen pretende evitar “la propagación de la cultura occidental”. “Nos dijeron que si vendíamos rosas rojas nos cerrarían”, afirmó la dueña de una florería al norte de Teherán.
Las tensiones entre Irán y Occidente sobre el programa nuclear del régimen islámico han crecido en los últimos meses. Washington y sus aliados acusan a Teherán de utilizar la tecnología para construir armas nucleares. El Gobierno de Mahmud Ahmadineyad niega esas afirmaciones. Los países occidentales han respondido con escepticismo y han impuesto duras sanciones sobre la nación persa, que han tenido un profundo efecto negativo en su economía.
Pero incluso a pesar de las sanciones y de la prohibición del régimen, muchas tiendas de la capital iraní estaban decoradas con listones rojos y velas para atraer a clientes jóvenes, que, en su mayoría, compraban tres rosas rojas: una por cada palabra de la frase I love you, en inglés. Los globos en forma de corazón y los ositos de peluche son populares entre los jóvenes iraníes, según afirmó la dueña de la florería, que pidió el anonimato. “Estoy segura de que, como en años pasados, agotaremos las rosas rojas”, añadió.
El Día de San Valentín ha incrementado su popularidad en Irán en los últimos años y cada vez menos jóvenes tienen miedo en desafiar la prohibición. “Es un día que se ha ganado un lugar entre los jóvenes iraníes”, asegura la empleada Navazesh, de 21 años, que se negó a dar su apellido. Y el éxito de la fecha es una muy buena noticia para los negocios iraníes, golpeados por las sanciones y una inflación de por lo menos un 20% (según cifras oficiales). La economía iraní se basa en un 60% de las ventas de petróleo y el país depende de las importaciones de alimentos; importa hasta un 45% del arroz que consume, por ejemplo.
No obstante, muchos restaurantes en el norte de Teherán —la zona chic de la ciudad— ofrecían menús especiales y música en vivo para atraer a la clientela. Uno de ellos, incluso, prometía fuegos artificiales. Mehran, estudiante universitario de 27 años, dijo no estar de acuerdo con la prohibición gubernamental. Como muchos jóvenes, Mehran toma este día como una oportunidad de divertirse en el Irán islamista. Otros iraníes, sin embargo, opinan que no es necesario celebrar San Valentín puesto que otros festejos musulmanes también celebran el amor y la amistad. “Esta fecha ha sido inventada por los comerciantes”, comentó Mohamed Sarkari, un funcionario del Gobierno iraní de 47 años. Los más radicales aseguran que el Día de San Valentín es parte de la “guerra fría” que, en su opinión, Occidente libra contra su país. Las generaciones más jóvenes de iraníes están muy familiarizados con la cultura occidental, gracias a Internet. “Solamente quiero vivir como cualquier otro joven en el mundo”, dijo el estudiante de instituto Reza Khorkavi.
Algunos nacionalistas han sugerido sustituir la celebración de San Valentín con el festejo del Mehrean, un festival cuya celebración se remonta a la Persia antigua. Mehr significa en farsi amistad, cariño o amor.
Por otra parte, la oposición iraní ha convocado este martes una manifestación en protesta del arresto domiciliario de dos de sus líderes, el excandidato presidencial Mir-Hosein Musaví y Mehdi Karubi.