El protagonista de la polémica es el instituto Sman 1 del distrito de Bantul. Tres docentes (con el apoyo del director) impusieron el uso del hiyab, lo que provocó una dura respuesta de las alumnas. Apoyo de las asociaciones que trabajan a favor de los derechos y la protección de la infancia. El gobernador de la región especial ha suspendido al director de la escuela y a los profesores, a la espera de que concluya la investigación.
Yakarta (AsiaNews) – En Indonesia crecen las protestas contra la medida adoptada por los responsables de una escuela de Bantul, en el distrito de Yogyakarta: el uso obligatorio del velo (hijab). Una imposición que alimenta las políticas de identidad ligadas a la fe islámica, en perjuicio de las libertades individuales. El caso se centra en el instituto estatal «Sman 1», por una polémica que dejó de ser un asunto local para difundirse en todo el archipiélago, suscitando las condenas de activistas y asociaciones pro derechos humanos.
Budhi Masturi, jefe del Departamento de Administración Pública de Yogyakarta, informa de que «tres docentes de la escuela pidieron a las alumnas que llevaran el hiyab». El director y las autoridades del instituto trataron de encubrir el caso, pero los alumnos que se oponen a la medida planean trasladarse a otros centros por las repercusiones psicológicas de la polémica.
El caso también genera preocupación en varias asociaciones que trabajan en el ámbito de la educación y la protección de la infancia, como Yogyakarta Education Care Alliance y la Indonesian Children Protection Commission (KPAI). La madre de una alumna publicó una carta abierta en la que rechaza las acusaciones de la escuela de que los traumas de su hija estaban relacionados con problemas familiares, y no con el velo obligatorio. “Mi hija está luchando para defender sus derechos civiles», explica Herprastyanti Ayuningtyas, «y el principio [de rechazar la obligación de usar el velo]». El 26 de julio, recuerda la mujer, «me llamó sin decir nada, sólo para llorar. Después, me envió un mensaje en el que escribía que ya no quería concurrir a la escuela, y que quería volver a casa».
Mientras las protestas se difunden, hoy las autoridades de Yogyakarta se pronunciaron al respecto. El gobernador de la región especial, Sri Sultan Hamengku Buwono X, intervino y dictó una orden de suspensión cautelar para el director de la escuela y los profesores que provocaron la polémica. Todos ellos tienen prohibido acudir a las aulas «hasta que concluya la investigación sobre el caso».