«La democracia es sinónimo de laicidad, en virtud de que es contraria al fanatismo, al dogmatismo, a la superstición, al pensamiento único y a los valores absolutos que son inaccesibles a la razón humana»
Grupos de 30 organizaciones ciudadanas explicaron al obispo José María de la Torre Martín que: “en un Estado laico es inadmisible que una iglesia o un grupo religioso imponga sus dogmas, principios o reglas de conducta a la comunidad política”, mediante un documento entregado a la Diócesis de Aguascalientes.
Las organizaciones civiles encabezadas por Jesús Agustín Villarreal Almaráz, director del Colectivo de Hombres Libres de Violencia, dijeron al obispo de la Torre: “solicitamos a usted, de la manera más atenta, que respete el Estado laico de derecho de Aguascalientes y cese de presionar y manipular a quienes realizan una función pública de creación de leyes y políticas públicas, para que puedan hacerlo libremente, sin coacción ni amenaza alguna, atendiendo exclusivamente al interés y bienestar de la sociedad, con apego a las normas de derecho, únicas instancias que les obligan para responder ante el pueblo de Aguascalientes”.
Le recordaron que el credo de legisladoras y legisladores, en un Estado laico, “debe ser ajeno a su función gubernamental. La laicidad, separación entre Estado e iglesias, es esencia y sustento de la democracia. Por lo mismo, diputadas y diputados, responden, en el marco de la ley, ante el pueblo que les eligió, no ante Dios, ni ante su familia o su conciencia”.
Los manifestantes no fueron recibidos por José María de la Torre Martín, quien incluso canceló su participación en la rueda de prensa semanal. En el comunicado subrayan: “su persistencia en imponer sus dogmas y opiniones a toda la población, más allá del púlpito, a través de las instancias de gobierno, atenta contra un Estado laico y democrático, como lo es el democrático y el de Aguascalientes, que tradicionalmente han vivido en un ambiente de convivencia pacífica, asumiendo respetuosamente sus pluralidades y diferencias, incluyendo las religiosas”.
Organizaciones como Centro de Capacitación para el Desarrollo Comunitario, Centro de Desarrollo de la Mujer, Colectivo Espejos, Colectivo Raíz de Aguascalientes, Fraternidad Gay, Fundación Para la Prevención de VIH y Promoción de los Derechos Humanos, Instituto Superior de Educación Sexual, Colectiva Feminista, Mexicanas en Acción, Movimiento de Acción Lésbica Feminista, Mujer Contemporánea, Podemos Cambiar Aguascalientes y RDfine, le informaron que: “en el Congreso del Estado no existe, ni nunca ha existido, una ‘Ley de Defensa de la Vida’, porque la vida humana se encuentra ya protegida ampliamente por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
La propuesta existente en el Congreso “es una adición al Artículo 2 de la Constitución de Aguascalientes, para proteger la vida desde el momento de la concepción, lo cual, como ha aceptado usted públicamente, tiene el trasfondo de impedir la suspensión del embarazo, en mujeres cuya vida peligra o cuyo embarazo ha sido resultado de una violación, con lo cual ha evidenciado usted desconocimiento e indiferencia de los derechos de las mujeres de Aguascalientes y de las situaciones por las que atraviesan, así como desprecio por su salud y su vida”.
Sobre la intervención del obispo para presionar a los legisladores, agregan: “usted, sin duda, tiene todas las atribuciones para hablar en nombre de Dios, pero ni pude, ni debe, asumir la representación que ciudadanas y ciudadanos del pueblo de Aguascalientes no le hemos otorgado, porque ésta corresponde a representantes electos por voto popular”.
Los tres últimos párrafos del documento, que firman además: Centro de Mujeres, Consorcio Para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, Red Ciudadana por el Derecho a Decidir, Equidad de Género, Ciudadanía, Trabajo y Familia; Colectivo Ciudad y Género, IPAS México, Católicas por el Derecho a Decidir, Grupo de Información en Reproducción Elegida, Gire; Red por los Derechos Sexuales y Reproducción DDeser (sic), Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología Femess, Centro de Información Estatal de Diversidad Sexual, Morena; y Democracia y Sexualidad, Demysex, señalan: “Que la legitimidad de las normas colectivas en una sociedad democrática sólo puede provenir de la legitimidad que otorgan los ciudadanos a sus representantes electos”… “Señor Obispo, recuerde usted las palabras milenarias de alguien a quien, suponemos, sí debe usted obediencia y respeto: ‘al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios’”.
Más tarde, estas organizaciones entregarían al Congreso del Estado una carta laica, en la que –con epígrafe de Jorge Carpizo que dice: “La democracia es sinónimo de laicidad, en virtud de que es contraria al fanatismo, al dogmatismo, a la superstición, al pensamiento único y a los valores absolutos que son inaccesibles a la razón humana”- postulan: “que la laicidad del Estado es una conquista que ha distinguido al México Moderno… Que desde hace 150 años, venturosamente, se consolidó una cabal separación entre las normas y las autoridades civiles y las instituciones religiosas”.
Foto: Roberto Guerra
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