Una multitudinaria marcha organizada por iglesias panameñas enfrentó el criterio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de considerar discriminatorio el rechazo al matrimonio igualitario, cuyo debate social cobró fuerza hoy.
Por segunda ocasión, organizaciones religiosas colmaron las calles de la capital y varias ciudades, para protestar por la posibilidad de que el país acate la decisión de la CIDH por compromisos internacionales, y la Corte Suprema de Justicia (CSJ) se pronuncie a favor del asunto. Según Juan Francisco de la Guardia, uno de los promotores de la convocatoria, la marcha fue en defensa de la vida, la familia, la libertad de religión y el derecho de los padres a educar a sus hijos según sus principios y creencias.
Definió que la Alianza Panameña por la Vida y la Familia, que preside, se ‘opone a la imposición de la ideología de género por parte de organismos internacionales (ONU, CIDH y otros) a través de la CSJ, mediante interpretaciones amañadas de nuestra Constitución Política de la República’.
En la marcha se observaron grandes masas de jóvenes y niños, pero las declaraciones a la prensa las hicieron pastores y párrocos, además de otros voceros de las iglesias asistentes, como el abogado José Alberto Álvarez, quien rechazó que a los niños les enseñen ‘conductas extranjeras’.
‘Es una lástima que la gente lo vea como que estamos en contra de algo, estamos en pro de la familia y si defender la familia significa rechazar ciertas conductas, ni modo’, dijo.
Lejos de retroceder, quienes defienden la libre elección de la sexualidad como un derecho de las personas, arremetieron contra las opiniones de los líderes religiosos y sus seguidores, por considerar una intromisión de las iglesias en los asuntos del Estado, bajo la excusa de la familia.
El presidente de la Asociación de Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá, Ricardo Beteta, calificó la marcha como actividad que promueve homofobia y odio, y declaró a RPC Radio su aspiración a que en Panamá se reconozca la unión entre personas del mismo género.
‘Estos que marcharon nos discriminan; yo pienso que esto es una línea política’, dijo Beteta, quien denunció que algunos de ese sector radical de la sociedad dijeron que desean la muerte para las personas que tienen preferencia por el mismo sexo.
El abogado Carlos Ernesto González, dijo recientemente a Telemetro que los ‘derechos humanos no se negocian’ al referirse a la propuesta de realizar en Panamá una consulta pública sobre la opinión de la CIDH a favor del matrimonio igualitario.
Por su parte, Rigoberto González, procurador de la Administración, en un artículo sobre el tema, se pronunció a favor del valor de la dignidad de todos los seres humanos, al principio de igualdad ante la ley y a un trato no discriminatorio contra persona alguna.