La Arquidiócesis de México calificó de intolerancia el cambio al artículo 40 de la Carta Magna, aprobado el pasado jueves por el pleno de la Cámara de Diputados, que eleva a rango constitucional el carácter laico del Estado.
Argumentó que muchos confunden el concepto “laico” con una actitud irracionalmente antirreligiosa y anticatólica, que pretende someter a la Iglesia y acotar su libertad.
Hugo Valdemar Romero, vocero de la Arquidiócesis, aclaró que nadie discute la conveniente y saludable separación Iglesia-Estado, pero sí es cuestionable confundir la laicidad con un sometimiento de la Iglesia en su misión evangelizadora y social.
Consideró que el ajuste al artículo 40 promoverá la intolerancia religiosa y el acotamiento de la libertad, que afectará los derechos humanos de los creyentes y de los ministros de culto.
“La Arquidiócesis de México lamenta esta incompleta reforma constitucional, así como el hecho de que algunos diputados de Acción Nacional hayan renunciado a la histórica defensa de su partido por apuntalar las libertades a las que tiene derecho todo hombre y a la construcción democrática, al apoyar esta concepción negativa de un Estado laico.”
En un comunicado ex profeso, la Iglesia católica puntualizó que la reforma no tiene como fin defender el Estado laico, sino que busca acotar la libertad religiosa de los ciudadanos.
El documento asevera que las verdaderas intenciones de esta reforma, que parece inofensiva, son que los diputados del Partido de la Revolución Democrática “buscan acallar y amordazar la voz de la Iglesia y de los ministros de culto en general”.
Asimismo, sostuvo que desde hace muchos años el Estado laico está firmemente consolidado en el país, pero con esta modificación se incurre en la intolerancia y en el “acotamiento del libre credo y, sobre todo, de la libertad de expresión, consagrados en la Carta Magna”.
Manifestó que es deplorable que en esta reforma no se haya incluido un reconocimiento del respeto pleno a la libertad religiosa, “compromiso incumplido por México con la Convención Interamericana de los Derechos Humanos”.
Juventino defiende la reforma
La aprobación del dictamen que reforma el artículo 40 de la Constitución que eleva a rango constitucional el carácter laico del Estado, no lesiona la libertad religiosa en México, sino al contrario, “reconoce todas las garantías constitucionales, incluida la libertad de creencias”, aseguró Juventino Castro y Castro, diputado federal por el PRD.
Dijo que dicha reforma define la identidad del pueblo mexicano, establecida “sólo en el papel desde la Reforma de Benito Juárez”.
En entrevista con Martín Espinosa, para Grupo Imagen, el ex ministro de la Suprema Corte puntualizó que con la minuta se estipula que “el Estado no tiene religión; que se guiará por las leyes y no por lo que la Iglesia quiera”.
El perredista lamentó que debieron pasar más de 150 años para elevar a rango constitucional la separación Iglesia-Estado, para evitar la injerencia de unos cuantos que dominen el gobierno.