La Iglesia Católica emprendió una cruzada contra el "vacío de valores" en la sociedad cubana y que se expresa en un incremento de la violencia, la descortesía, informalidad en vestir e indisciplina social, según un mensaje publicado este miércoles.
Hay "un vacío de valores, una falta de delicadeza, un vivir sin pensar, que puede estar generando una extraña cultura de la vaciedad, de la nada", dijo el cardenal Jaime Ortega en su mensaje por el Día de la Virgen, que publica este miércoles en el sitio en internet de la Conferencia de Obispos.
"Claro que no es la Iglesia la única preocupada por estas cosas", dijo el prelado en referencia a la fuerte campaña en los medios estatales, sobre todo la televisión y radio, "pero lo que la fe cristiana puede ofrecer para mejorar la sociedad es la renovación del ser humano", agregó.
El sistema educacional cubano reincorporó en sus programas de estudios de primaria y secundaria básica (de primero a noveno grados) clases de cívica, descartadas hace décadas.
Monseñor Ortega ejemplificó con los jóvenes que transitan o suben a ómnibus sin camisa, muchachas con mínimas blusas, los que evaden el pago del transporte público, o los que se comportan de manera incorrecta.
Pero también se registran "hechos violentos reales que van desde poner música ensordecedora, hasta asesinar a un sacerdote para robarle, pasando por peleas, violencias familiares, vida sexual desenfrenada, abuso de las bebidas alcohólicas por parte de los jóvenes, desprecio a la ancianidad" y falta de compromiso social, señaló.
Dos sacerdotes españoles fueron asesinados este año en La Habana y entre los móviles de esas muertes la policía reveló el robo.
Para subsanar esos problemas "se necesita una motivación profunda que haga a los hombres y mujeres de hoy, especialmente a los jóvenes, capaces de hallar un sentido para sus vidas, de ir por la vida con esperanza y llenar sus corazones con sentimientos de fraternidad y amor", estimó, lo que en su opinión puede ofrecer la religión.
