La iglesia protestó por la decisión de la Corte que da vía libre a la adopción por parte de parejas homosexuales en Colombia y pidió que sea a través de un referendo o consulta popular el camino para que el pueblo tome estas decisiones trascendentales.
“Zapatero a tu zapato, señores de la Corte, hagan lo que les toca; señores del Congreso, hagan lo que les toca”, dijo monseñor Juan Vicente Córdoba, obispo de Fontibón. (Lea: Las razones de la Corte para avalar la adopción igualitaria)
El prelado denunció que la Corte asumió funciones que no le corresponden y que Colombia es de los pocos países que le dio a la rama Judicial la potestad de cambiar las leyes y hacer nuevas.
“Nos da mucha tristeza. Protestamos con respeto, pero no menos enfáticamente. Queremos ser voz de los niños, aquí los atropellados son ellos, en cualquier Constitución del mundo, por encima de los derechos de los adultos, priman los de los niños”, dijo el vocero de la Iglesia Católica. (Además: Las otras batallas que han ganado las parejas del mismo sexo)
Insistió que cuando el Estado creó la figura de la adopción fue para proteger a ese ciudadano dándole lo más parecido a lo que perdió: un papá y una mamá, que fueron quienes lo engendraron.
“Acá se les está dando la primacía a adultos y los niños tienen que sufrir una elección que no hicieron ellos porque no tienen capacidad de decisión y les obligan a tener por papá y mamá a dos hombres o dos mujeres. Cuando se den cuenta, a los 8 o 10 años, ya es tarde y no pueden reaccionar”, añadió. (Lea también:‘Es un paso para remover prejuicios contra los gais’: Colombia Diversa)
Córdoba insistió en que la iglesia respeta a los gais y las lesbianas “porque son hijos de Dios, son hermanos nuestros. Lo que tenemos es que el niño necesita padre y madre, porque es la complementariedad la que hace que el amor se dé en toda una madurez. Dos hombres juntos no complementan, suplementan”. (Lea además: El hombre que encabezó demanda que dio vía libre a adopción gay)
El jerarca insistió que un niño para su formación psicológica, emocional, afectiva, necesita paradigmas de hombre y mujer, para crecer como hombre y mujer. “El punto que más queremos subrayar son los niños. No pueden ser atropellados y que le elijan su futuro. No hagas a ningún niño, menos cuando ha sido abandonado o huérfano, lo que no te gustaría que te hicieran a ti o a tus hijos”, señaló.