Ernestina Otero, Mercedes Romero Abella, María Luisa Vázquez Suárez, Fina y Tucha Dios, Peregrina Santos. Y también, Germán Ario Mañá, José Meis, Eduardo Muíños Búa, Benigno Rey Pavón, Alfonso Rodríguez Méndez. Gonzalo Martín March, Bibiana Fernández-Osorio Tafall y Castelao. Todos estos nombres de pontevedreses resonaron ayer en el homenaje que Concello rindió en el Teatro Principal a los docentes represaliados por el franquismo tras la Guerra Civil. Este emotivo acto reivindicó los ideales democráticos de aquellos maestros de la República y su labor en la modernizadora de las escuelas.
El programa A Memoria das mulleres del Concello de Pontevedra dio un nuevo homenaje a las víctimas del franquismo, centrado en esta ocasión en la labor modernizadora de las escuelas y del magisterio en esta ciudad, y en la cruenta represión que tras el golpe del 36 se llevó a cabo contra este colectivo, que simbolizaba las ansias de construir una sociedad instruida, laica, democrática, equitativa desde la realidad gallega.
En el Teatro Principal se hizo un recorrido por los principales avances que se produjeron en Galicia y Pontevedra en materia educativa desde comienzos del siglo XX, con hincapié en el cambio positivo que supuso la Segunda República en cuestiones como la creación de nuevas escuelas, el reconocimiento y profesionalización de los enseñantes, la introducción de nuevos métodos pedagógicos basados en el conocimiento científico y la experimentación, los avances en materia de igualdad y coeducación, o el laicismo de la escuela.
En clave local se puso de relieve el papel de instituciones como la Escola Normal, dirigida por Ernestina Otero, en la que se formaron nuevas generaciones de maestros que serían duramente perseguidos y depurados a partir de 1936. Y también se hará referencia a la Escuela Nueva de Hernán Poza, que destacó por sus avanzados métodos pedagógicos.