Bamako solicita que el Consejo de Seguridad autorice la intervención militar de sus vecinos africanos
Seis meses después de que los islamistas radicales se apoderasen del norte de Malí, la ONU se dispone a dar su aval a una intervención de los Ejércitos de varios Estados africanos con el apoyo logístico de países europeos, con Francia a la cabeza, y también de Estados Unidos. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha afirmado hoy ante la Asamblea General que la situación en el Sahel es “preocupante” y hace necesario un “esfuerzo coordinador de la comunidad internacional”. El presidente francés, François Hollande, ha recalcado a continuación que es “urgente” actuar “para permitir a Malí recobrar su integridad territorial”. Esa actuación será debatida mañana miércoles en una reunión convocada por Ban a instancias de Hollande.
Desde el pasado domingo el Gobierno de Bamako ha tomado, tras múltiples titubeos, tres iniciativas que allanan el camino a una ofensiva para expulsar del norte de Malí a los tres grupos radicales que lo controlan. El más poderoso de ellos es la rama magrebí de Al Qaeda, que se ha hecho fuerte en Tombuctú. El presidente maliense, Dioncounda Traoré, y su primer ministro, Cheikh Modibo Diarra, pidieron el lunes por carta al Consejo de Seguridad de la ONU que adopte de inmediato una resolución que autorice la participación de una fuerza militar internacional.
Previamente, Traoré y Diarra habían alcanzado un laborioso acuerdo con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) sobre las modalidades del despliegue, de aquí a dos meses, de una fuerza de 3.300 soldados que les ayude a liberar el norte de la ocupación islamista.
El acuerdo estipula que el apoyo aéreo será proporcionado por Nigeria, el país mejor armado de la región, y por Francia, así como por otros países de la comunidad internacional. Aunque no la nombran, cuentan también con España, cuyo Ministerio de Asuntos Exteriores ya manifestó su disposición a colaborar.
Traoré y Diarra se han dirigido, por último, al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, solicitándole apoyo logístico, entrenamiento, material y financiación para la fuerza que la Cedeao prepara. A través de la misión Eucap-Sahel, que dirige el coronel español Francisco Navas, la UE ya brinda su respaldo al vecino Níger.
“Creo que vamos en la buena dirección y que, por primera vez, hay esperanza”, ha declarado en Nueva York el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius. Su optimismo requiere matices. Solo tres de los 14 miembros de la Cedeao se han declarado dispuestos a enviar tropas: Costa de Marfil, Burkina Faso y Nigeria, que teme que los terroristas de Malí fragüen una alianza con la secta extremista nigeriana Boko Haram.
El Ejército de Malí, que cuenta con unos 7.500 hombres, sigue hecho trizas y por mucho apoyo que reciba le será difícil, en opinión de expertos castrenses, derrotar a Al Qaeda y a sus aliados.
Soldados participan en un desfile que conmemora la independencia de Mali, el 22 de septiembre. / HABIBOU KOUYATE (AFP)
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