La historia de las religiones demuestra la increíble capacidad del hombre para autoengañarse y para teorizar soibre algo que no conoce, que simplemente se imagina.Todos los fundadores de religiones fueron realmente seres extraordinarios, con un profundo conocimiento de los hombres y de la sociedad, que pretendieron mejorar tanto las relaciones entre los seres humanos como sus condiciones de vida. Resulta curioso constatar que prácticamente ninguno de ellos pretendió fundar una religión: éstas fueron creadas por sus seguidores. Sorprende también comprobar que la vida y milagros de los llamados fundadores han recibido un interesado baño mitológico, para distinguirlos de los demás mortales; sin embargo, ha escaseado la imaginación porque sus biografías son idénticas unas a otras.
La religión es uno de los mecanismos psúqicos para huir del dolor y del miedo, tratando de encontrar refugio en el seno de un supuesto ser superior que nos ofrezca consuelo y esperanza. Como en la tierra no es posible alcanzar la felicidad, las religiones la ofrecen en la "otra vida", que dicen existe después de la muerte. Para ello, es fundamental hacer creer que estamos formados por una parte material, el cuerpo que se deshace al morir, y una parte espiritual, el alma, el doble o como lo queramos llamar, que sigue viviendo. Por eso todas las religiones son animistas.
Desgraciadamente, la historia de la humanidad está plagada de injusticias, de venganzas, de ambiciones, de guerras. de crueldad. Si se analizan las causas de tantas catçastrofes, se llega a la conclusión de que, em la mayoría de los casos, son las religiones las causantes, en espcial las religiones monoteístas. Como contraste, las leyes de Newton, el evolucionismo de Darwin o la relatividad de Einstein son cada una de ellas más importantes para la humanidad que todas las religiones juntas, entre otras razones porque bos han "redimido" del peor pecado: la ignorancia. Sin embargo, nadie ha sido capaz de morir, y menos aún de matar, por defenderlas o divulgarlas.
Todas las religiones aseguran que su creencia es la verdadera, la que posee la auténtica y absoluta verdad. Cuando se afirma algo es preciso demostrarlo, pero ninguna de ellas podrá hacerlo. Por otr aparte, ninguna religión ofrece soluciones válidas para los problemas de la humanidad, ya sean éstos filosóficos o psíquicos, sociales o individuales, espirituales o materiales, porque todas ellas son cínicas al pretender quedar bien ante su Dios y ante sus creyentes, debido a que recurren a la dialéctica mentira-opresión, en contra de la dialéctica verdad-libertad. Las religiones coinciden en cinco mandamientos y en cinco prácticas que, ¡oh, casualidad!, van en beneficio del poder.
Archivos de imagen relacionados