Cientos de tumbas no identificadas fueron localizadas en un sitio cercano a un viejo internado católico para indígenas en el oeste de Canadá, informan varios medios locales.
Las excavaciones en torno a una vieja escuela en Marieval, en la provincia de Saskatchewan, comenzaron a fines de mayo tras descubrirse los restos de 215 escolares enterrados en otro antiguo internado nativo cercano, el de Kamloops, en Columbia Británica, la provincia más occidental de Canadá.
Ese descubrimiento reavivó los llamados al Papa Francisco y a la Iglesia Católica a disculparse por los abusos y la violencia sufrida por los estudiantes en ese tipo de internados a donde fueron llevados a la fuerza para asimilarlos a la cultura dominante.
En un comunicado citado por medios canadienses, la comunidad autóctona Cowessess informó sobre el “horrible y chocante descubrimiento de cientos de tumbas sin identificar” durante excavaciones en el sitio del antiguo internado de Marieval.
Un macabro descubrimiento
Esa cantidad de tumbas sería “la más significativamente sustancial hasta la fecha en Canadá”, según la Federación de Naciones Soberanas Indígenas de Canadá en un comunicado. Dirigentes de la comunidad y de la Federación informarán el jueves sobre el descubrimiento.
“Es absolutamente trágico pero no es sorprendente”, dijo la noche del miércoles Perry Bellegarde, jefe de la organización Asamblea de Primeras Naciones, que representa a más de 900.000 indígenas en Canadá.
Tras el descubrimiento de restos de niños en el asilo de Kamloops, se iniciaron, con apoyo gubernamental, excavaciones en establecimientos escolares similares en todo Canadá.
El internado de Marieval acogió niños autóctonos desde 1899 hasta 1997. Fue demolido dos años después y reemplazado por una escuela. Unos 150.000 niños amerindios, mestizos y enuit, fueron reclutados por la fuerza hasta la década de 1990 en 139 escuelas residenciales del país donde quedaban aislados de sus familias, idioma y cultura.
Varios fueron sometidos a maltratos o violencia sexual y más de 4.000 murieron; según una investigación que concluyó que Canadá cometió un “genocidio cultural”.