El Gran Rabino sefardí de Israel, Itzjak Yosef, le pidió a los judíos ortodoxos que eviten que sus hijos se acerquen a los miembros de familias seculares o simplemente tradicionales, con el objetivo de “garantizar su integridad espiritual».
De acuerdo con Yosef, los niños judíos observantes no deben exponerse en absoluto a un estilo de vida que incluye «profanidad y televisión», para que no sean «corrompidos» y se conviertan en «shebabnikim» (una palabra del argot para referirse los jóvenes marginales de la sociedad ultra ortodoxa).
«En particular, si la familia tiene hijos no religiosos o simplemente poco observantes, pueden utilizar todo tipo de lenguaje obsceno o ver televisión o realizar todo tipo de cosas prohibidas, y pueden corromperlos. Y lo van a lamentar más tarde, preguntando ¿Cómo mi hijo ha acabado siendo un shebabnik?», declaró Yosef.
El rabino Refael Feuerstein, co-presidente de la organización rabínica Tzohar, criticó el enfoque del rabino jefe y expresó: “Una educación desconectada del mundo y la ansiedad con que tratamos al público secular, la arrogancia y desprecio, sólo aleja más a la tradición y el judaísmo y sólo aumenta la polarización y el odio en la gente”.
Y añadió: “El judaísmo no se transmite a través de desconexiones y desacuerdos, y tampoco a través del miedo y la ansiedad. La educación judía se centra en la creación de una red troncal espiritual, que le permite a uno amar a los miembros de las familias seculares y al mismo tiempo conservar la identidad ideológica y práctica”.