El periodista británico Gareth Gore acaba de publicar Opus (Editorial Crítica), un libro que apunta a que va a ser el ensayo del año. Tras cinco intensos años de investigación, Gore, reportero especializado en economía y finanzas, ha escrito la que para muchos es la aproximación más fidedigna al lado oscuro del Opus Dei, una organización religiosa que, a punto de cumplir su centenario, siempre ha estado rodeada de misterio. Escrito con ritmo de thriller, Opus narra la historia de la Obra desde su fundación en 1928 hasta nuestros días y abunda en jugosos detalles sobre la codicia, la ambición, la manipulación y la misoginia de las que siempre han hecho gala sus dirigentes, históricamente más preocupados en acumular poder y riqueza que en ayudar a los pobres.
Su libro se presenta el libro como la historia jamás contada del Opus Dei. ¿Qué novedades concretas aporta en este sentido?
Los abusos y la manipulación dentro del Opus Dei se conocen desde hace años. Sin embargo, se ha hablado poco de ello: la Obra ha sido hábil a la hora tapar esta fea realidad. Creo que lo novedoso en mi libro es que por primera vez se explica a un público amplio cómo es la organización y cómo funciona realmente. Pero lo más relevante para mí es haber dado voz a cientos de exmiembros de la organización para que cuenten al mundo su versión de la historia.
Además, aporto datos nuevos sobre la relación del Banco Popular con el Opus: documentación que muestra lo que pasó y cuanto dinero salió realmente del banco hacia la Obra.
El Opus Dei ha criticado con dureza el libro y le acusa de engaño. ¿Le preocupa tener en contra a esta organización?
El Opus Dei se ha inventado esta locura de que yo les he engañado para que hablaran y me dejaran acceder a sus archivos. Presumen de ser una organización transparente pero al mismo tiempo me acusan de haberles engañado. Esas dos afirmaciones no pueden ser simultáneamente ciertas, se contradicen. Las acusaciones son básicamente una estrategia para tapar las revelaciones muy específicas que aparecen en mi libro. Esa acusación es una falta de respeto hacia sus víctimas, pero también hacia mí como autor.
¿Ser extranjero le ha facilitado el trabajo? ¿Cree que un periodista español hubiera podido escribir este libro?
Muchísima gente me ha dicho que este libro nunca hubiera visto la luz si lo hubiera escrito un periodista español. Eso no quiere decir que los periodistas españoles no estén a la altura, ni muchísimo menos. Hay muchos que son brillantes, pero hay una cosa clara: los tentáculos del Opus Dei llegan muy lejos aquí en España. Creo que un autor español hubiera sufrido más presiones y hubiera tenido muchos más problemas para sacar esta historia adelante.
¿Puede que al ser británico su mirada esté menos condicionada por el entorno?
Creo que es es muy difícil encontrar a gente en España que no tenga una opinión fuerte acerca del Opus Dei, ya sea positiva o negativa. Es bueno que alguien de fuera, por tanto, pueda prestarle una mirada desde un sitio más neutro. Yo entré en esta historia sin ningún prejuicio. Inicialmente, yo iba a investigar la caída del Banco Popular desde una perspectiva financiera. De hecho, no tenía ni siquiera una opinión formada sobre el Opus Dei. Simplemente, me he dejado llevar por la historia.
¿Qué fue lo que le enganchó para abrir el foco y terminar investigando el lado oscuro del Opus Dei?
En un principio, yo sólo quería escribir sobre el auge y caída del Banco Popular. Me fascinaba el hecho de un banco aparentemente tan fuerte desapareciera así de repente. Empecé a investigar y descubrí que Luis Valls-Taberner, el histórico presidente del Banco Popular, había sido un miembro numerario del Opus Dei, una organización muy misteriosa de la que yo no sabía nada. Eso me llamó mucho la atención. Ahí empecé a tirar del hilo.
¿Cuánta culpa tuvo el Opus en la caída en la caída del Banco Popular?
El Opus Dei no fue directamente responsable del colapso del Banco Popular, pero sí tuvo un impacto indirecto. La cúpula del banco y la Sindicatura, ese grupo de miembros del Opus que controlaba el 10% de las acciones, estaban obsesionados con mantener la independencia de la entidad y la estructura de poder al servicio del Opus. Sin embargo, el Banco Popular tenía que limpiar su balance y necesitaba un inversor externo para seguir adelante. Pero si recurres a alguien de fuera lo que ocurre es que los accionistas pierden poder. Esa estructura de poder al servicio del Opus impidió que los directivos del Banco Popular tomaran las decisiones adecuadas para su supervivencia.
Usted cuenta que los hombres del Opus “secuestraron el Banco Popular “y lo transformaron en un “cajero automático” al servicio de la Obra. ¿Quién es ahora ese cajero automático?
En Estados Unidos el Opus Dei se ha aliado con católicos radicales adinerados y tiene vínculos con otros negocios de los que tampoco sabemos mucho. Estaría bien que se investigara eso.
¿El Opus Dei es una secta?
Para mí no hay ninguna duda. El Opus Dei es una organización abusiva que controla y manipula a las personas, que las aparta de sus familias y de sus amigos. He hablado con antiguos miembros numerarios que han vivido durante años en este sistema de abuso. Me gustaría matizar que en lo que se refiere a los supernumerarios, [los miembros, casados o solteros, que pueden realizar una vida familiar y vivir fuera de los centros del Opus, pero que aún así buscan la santificación con su vida ordinaria] la cosa es un poco diferente. Creo que muchos de estos supernumerarios no tienen ni idea de lo que está pasando realmente en el núcleo duro de la organización.
¿Es el Opus una organización tan mafiosa como usted la describe, solo interesada por el poder, el dinero y la influencia?
El Opus Dei utiliza la fe de sus miembros para infiltrarse en sus vidas y en sus familias. En el libro abundan ejemplos en los que queda claro que el bienestar espiritual de sus miembros no es una prioridad para la organización, pese a que en los años 80 el Papa Juan Pablo II la elevó al estatus único de prelatura personal.
¿Dónde quedan entonces valores como la solidaridad o el voto de pobreza?
El Opus Dei siempre ha tenido como objetivo las élites políticas y económicas. Por eso su influencia sigue siendo muy grande. Nunca verás a ninguno de sus miembros a las puertas de las fábricas intentando reclutar para la Obra a simples trabajadores. El Opus Dei se fija en personas en posiciones de poder o en estudiantes que el día mañana podrían estar en posiciones de poder. Los intereses de la organización siempre están por encima de los intereses individuales y de cualquier sentimiento espiritual.
¿El Opus Dei odia a las mujeres?
El Opus Dei es una organización misógina. Eso no quiere decir que todos sus miembros lo sean. Estoy seguro de que muchas mujeres dentro del Opus creen sinceramente que ellas deben ser iguales a los hombres. También algunas personas dentro de la organización piensan de forma sincera que el trato a las mujeres debería cambiar, pero en el fondo son incapaces de llevar adelante ese cambio porque eso significaría poner en cuestión la visión sobre la cual se cimenta la estructura del Opus Dei.
Usted hace un retrato de José María Escrivá, fundador del Opus, como alguien ambicioso, vanidoso, megalómano, codicioso y autoritario. ¿La organización es un reflejo de su personalidad incluso 50 años después de su muerte?
El Opus Dei ha hecho una operación de propaganda gigantesca para borrar cualquier elemento negativo en la figura de José María Escrivá. He hablado con personas que le conocieron, incluso con miembros que aún siguen en la organización, y todos reconocen que el fundador del Opus Dei tenía una personalidad bastante complicada y que en ocasiones iba demasiado lejos, como por ejemplo poner cámaras para espiar a las personas que trabajan para él en Villa Tevere, la sede centra del Opus en Roma. Pero nadie cuestiona a Escrivá porque hacerlo implicaría cuestionar el carácter del Opus Dei, y nadie quiere que el barco se tambalee demasiado.
El Opus Dei floreció durante la dictadura franquista. ¿La organización hubiera sido lo mismo sin Franco?
No, sin ninguna duda. Es los años anteriores a la Guerra Civil, entre 1928 y 1936, Escrivá sólo atrajo a 20 personas. Después de la guerra el número de miembros se multiplicó. El Opus Dei llegó a tener miles de seguidores gracias a las ayudas directas e indirectas de la dictadura franquista. En el libro hablo sobre el dinero que recibió el Opus de Franco. La Obra siempre mostró mucho interés en profundizar sus vínculos con la dictadura franquista porque era una relación que le reportaba muchos beneficios.
¿Cómo son ahora las relaciones del Opus con el Estado español?
Estos últimos días que he pasado en Madrid me han dejado claro que los tentáculos del Opus Dei son aún muy profundos…
¿Puede darme algún ejemplo concreto?
Un claro ejemplo es el ataque que ha sufrido el libro por parte de ciertos medios de comunicación. Ha sido criticado con dureza por personas que ni siquiera lo han leído. ¿Por qué ocurre esto? Para mí está claro: el libro describe realidades que ciertas personas en España no quieren que salgan a la luz.
Así que podemos decir que el Opus sigue teniendo mucho poder e influencia en la España actual.
Uno de los aspectos más preocupantes para mí es la influencia que tiene el Opus Dei en el sistema educativo español. Me inquieta que una organización tan abusiva tenga tanta influencia en el futuro de tantos niños. Creo que es algo que el Ministerio de Educación debería controlar. Está claro que los tentáculos del Opus son muy profundos y que existen fuertes vínculos políticos con el poder en España. Ojalá mi libro anime a otros a investigar esos vínculos porque hasta ahora mucha gente ha tenido miedo a hacerlo.
¿Una victoria de Trump en Estados Unidos le daría un nuevo impulso al Opus Dei?
Bueno, en el mandato anterior de Donald Trump ya hubo personas en su círculo más cercano que pertenecían al Opus Dei o tenían estrechos vínculos con la organización. Si vuelve a ganar no me sorprendería ver a más figuras del Opus Dei en posiciones importantes dentro de su Gobierno. De hecho, muchos miembros del Opus han estado trabajando en el Proyecto 2025 de Trump.
¿Está en la actualidad el Opus en un momento decisivo para su futuro por sus difíciles relaciones con el Papa Francisco?
El Opus Dei se encuentra en mitad de la crisis más profunda de toda su existencia por sus relaciones actuales con el Vaticano. Creo que en las próximas semanas vamos a asistir a importantes decisiones: hay rumores sobre una decisión inminente del Papa Francisco respecto al futuro del Opus Dei. Francisco es consciente desde hace años de los abusos y de la manipulación dentro de la Obra y ha dado algunos pasos para acotar esos abusos e introducir cambios significativos, aunque va con mucha cautela porque sabe que el Opus Dei es una organización muy poderosa. Ser demasiado agresivo podría ser contraproducente.
Sin embargo, dice usted que el tiempo juega en contra de Francisco.
El Papa es muy mayor, no tiene una salud magnífica ahora mismo y es posible que no esté ahí durante mucho más tiempo, en cuyo caso el Opus Dei podría llegar a sobrevivir a esta crisis. Si el siguiente Papa es más amistoso con el Opus, entonces es posible que la organización siga prosperando sin tener que reformarse.
¿Tiene sentido la existencia del Opus Dei no ya solo en la sociedad actual, sino en la Iglesia actual?
Yo no soy católico ni soy religioso, pero puedo llegar a identificarme con la filosofía inicial de Escrivá de buscar la perfección y de querer entregar tu vida diaria a algo espiritualmente valioso. Puedo ver el atractivo que tiene. El problema es que el Opus Dei y el propio Escrivá traicionaron esa filosofía casi desde el principio. Escrivá estaba más preocupado por hacer proselitismo y por reclutar a hombres jóvenes sin que ellos supieran exactamente lo que estaba pasando de manera subrepticia en la Obra. Así que en apenas poco más de diez años de vida del Opus, a principios de los años 40 del pasado siglo, esta filosofía tan positiva ya se había transformado en algo mucho más oscuro y mucho más peligroso.