Mientras en España se avecina una de las leyes del aborto más restrictivas de las últimas tres décadas, en Francia se debaten enmiendas para que el aborto se convierta en un derecho no sujeto a supuestos.
Los diputados galos estudiarán las proposiciones presentadas por el Partido Socialista, formación en el poder, para que las mujeres puedan abortar sin someterse a supuestos.
Además, otra enmienda prevé extender el "delito de obstaculización", que castiga con dos años de cárcel y 30.000 euros de multa la difusión de información disuasoria del aborto.
Son enmiendas que se integrarán en el proyecto de ley llamado Para la Igualdad de hombres y mujeres en el que, entre otras cosas, se pretende favorecer que los padres (y no sólo las madres) puedan tomar permisos para cuidar de sus hijos, así como imponer una remuneración no discriminatoria y cuotas de mujeres en las empresas.
En Francia el aborto es legal desde 1975, cuando se aprobó la ley Veil, que establece en 12 el límite de semanas para que una mujer pueda abortar voluntariamente. Este plazo sólo puede ser superado por causas médicas si dos médicos acreditan que el embarazo pone en grave peligro la vida de la madre o que el niño tenga una patología incurable.
"TENTATIVAS DE REGRESIÓN"
Najat Vallaud Belkacem, ministra de Derechos de las Mujeres, ha asegurado que su intención es "suprimir de la ley la noción de desamparo como condición de acceso al aborto". La legislación francesa data de 1975. "El derecho al aborto debe ser considerado un derecho pleno, no condicionado a cualquier justificación que se imponga a las mujeres. Las mujeres tienen que tener libertad para elegir si quieren llevar o no hasta el término un embarazo", ha añadido.
De hecho, la ministra ha mencionado a España para alertar de "las tentativas de regresión" que se observan en el "entorno" de Francia.
Pero no sólo en el entorno. Este domingo, unas 40.000 personas se manifestaron por el centro de París en apoyo a la reforma de la Ley del Aborto de Gallardón y en contra de ampliar las posibilidades para abortar en Francia.
Desde el Ejecutivo galo respondieron a esta marcha asegurando que "la inmensa mayoría de los franceses apoyan completamente el derecho al aborto" y que, por tanto, "no hay riesgo de fractura de la sociedad francesa".
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