Los futuros capellanes militares de religión musulmana se beneficiarán de una formación en la nueva Escuela Nacional de Capellanía Militar (ENAM) desde septiembre de 2020. Esta iniciativa, liderada por la capellanía militar musulmana, tiene como objetivo “crear un camino de reclutamiento único” para los imanes musulmanes que trabajan en las Fuerzas Armadas francesas.
Es en su oficina en el Fort Militaire de Vincennes que el capellán militar principal de religión musulmana, Abdelkader Arbi, ha presentado una iniciativa que es el orgullo de la capellanía musulmana del Ejército francés: la Escuela Nacional de la Capellanía Militar (ENAM).
Será a través de este centro de capacitación que se llevará a cabo la capacitación de futuros capellanes militares de religión musulmana, lo que representa “un nuevo paso en la profesionalización de la capellanía”.
La ENAM es “la concreción de un proyecto que ha madurado” después de “dos años de reflexión” y “que tomará forma en el curso del año 2020”, indica Abdelkader Arbi, quien subraya inmediatamente “el carácter privado de la iniciativa” – debido al carácter laico del Estado, las autoridades públicas no imparten una capacitación en el tema religioso – pero, sin embargo ella ha sido aprobada por el Ministerio de Defensa. “Teníamos que asegurar la aceptación de las autoridades públicas antes de diseñar el proyecto. (…) Ahora tenemos el consentimiento y el reconocimiento estatal de nuestro deseo de perfeccionar nuestro programa de formación para futuros capellanes”, dijo.
Para Abdelkader Arbi y su equipo, todo debía construirse partiendo de cero. El culto musulmán francés no estaba equipado con estructuras organizativas similares a las de los cultos católico, protestante y judío. Y fue imposible inspirarse en la capacitación recibida por sus homólogos, “incluso si nuestras profesiones tienen una base común”. En todo caso, el reclutamiento como imán en las fuerzas armadas francesas requerirá la participación en unos estudios de formación, que estarán sancionados con un diploma.
El ritmo de capacitación en ENAM es bastante sostenido (600 horas durante tres años), pero parte del curso se “adaptará a las personas activas, con clases nocturnas” para “darles la oportunidad de continuar sus actividades profesionales en paralelo”. Sin embargo, la movilidad geográfica sigue siendo un requisito previo para el ejercicio del trabajo de un capellán militar.