El alcalde de la Merindad de Valdivielso, Jokin Garmilla, lo tiene claro: «Los Amigos de Toba han sido la clave y son el ejemplo de lo que creo que hay que hacer, colaborar entre todos para sacar adelante un proyecto». «El Ayuntamiento ha estado al lado de los vecinos, porque esa es la manera de trabajar que pretendemos desarrollar, de la mano de las asociaciones, la ciudadanía y las pedanías», añade.
El convenio de la Diputación y el Arzobispado aportará 50.000 euros, la Asociación de Amigos de Toba donará los 10.000 euros recaudados con sus actividades y el Consistorio aportará otros 5.000. Con estos 65.000 euros se sufragarán, no solo las obras que está a punto de iniciar la empresa Gonfer 2006, sino que también se costearán la redacción de proyecto arquitectónico o el informe geotécnico que le ha precedido. Aunque el aspecto del templo y las grietas que se abren en su interior hacían pensar en un problema de cimentación, el estudio geotécnico del subsuelo del templo lo ha descartado. Las fisuras se coserán con piezas visibles que frenarán su avance y se instalarán tirantes en dos puntos de la nave central por seguridad.
No obstante, el grueso de los trabajos se centrará en las cubiertas. El proyecto planteaba inicialmente la restauración del tejado de la nave central y del presbiterio, pero las mejoras aportadas por la empresa permitirán renovar también las cubiertas de la sacristía y la capilla sur. Algunos añadidos al templo sin utilidad se eliminarán y también mejorará el aspecto del cementerio y de la espadaña.