«He recibido unas 60 cartas de madres de chicos captados por el Opus Dei dándome las gracias por la película» asegura el director de Camino
Javier Fesser, recién nombrado por la Academia de cine española “mejor director” de la “mejor película” de 2008 –dos de los seis premios Goya conquistados por Camino-, ha plantado cara a las críticas del Opus Dei, la organización a la que retrata en su película, basada en la vida y agonía de la niña Alexia González. Fesser ha concedido sendas entrevistas a Público y a El Mundo, y en ambas deja claro que la polémica que ha rodeado al largometraje “ha sido anecdótica”. A juzgar por sus palabras, sin embargo, es probable que siga cosechando controversia. Y es que, lejos de amilanarse, Fesser se muestra desfiante. Ya lo dejó claro cuando dedicó el Goya a la “institución erróneamente llamada Opus Dei, obra de Dios”.
“En mi ingenuidad, pensaba que el Opus Dei iba a aceptar la película en términos del tipo: ‘Bueno, sí, somos así, pero tenemos nuestros motivos, que son estos’. Pero nada de eso ha sucedido. Por desgracia, su actitud ha sido muy cobarde porque no están acostumbrados a verse retratados de una manera tan fidedigna”, lamenta Fesser en la entrevista para Público.
Madres agradecidas…
Aunque confiesa que ha sufrido un gran “desgaste emotivo” rodando la cinta y luego defendiéndola de las críticas feroces y de la misma organización religios, el cineasta también ha tenido alicientes. “He recibido unas 60 cartas de madres de chicos captados por el Opus Dei, en las que dan las gracias por la película. Algunas pensaban que su hijo había desaparecido misteriosamente de su vida por falta de cariño. Gracias a la película han entendido que sus hijos se habían visto envueltos en una espiral incomprensible”, explica.
…y ex numerarias, y camioneros
No es esta la única satisfacción vía misivas que se ha llevado Fesser. También ha llegado a sus manos “una carta de agradecimiento de dos mujeres, numerarias del Opus Dei, que llevaban mucho tiempo en una crisis profunda. Gracias a la película, me han comentado, se han librado de algo que no las hacía felices” añade ya en la entrevista de El Mundo. Más curioso, si cabe, es el texto que le remitió un camionero conmovido por el filme. “Era una carta que comenzaba: ‘Perdóneme porque he pecado’. Decía que se había descargado la película de internet y, a continuación decía: ‘Que coño, si ha sido lo más bonito que me ha pasado últimamente’. Era un tipo que iba de duro por la vida y, de repente, vio la película y se puso a llorar”, relata.
¿Obra de Dios?
Es también en el diario de Pedro J. donde Fesser hace las mayores críticas a la Obra. “Me irrita el hecho de que una institución básicamente dañina se llame ‘la obra de Dios’. Después de conocer un poco lo que es el Opus Dei, encuentro muy poca relación entre Dios y lo que ellos llaman ‘la obra de Dios’. Han monopolizado una idea que no les pertenece y a mí eso me parece muy injusto. Su idea de Dios está basada en la coacción y, en algunos casos, raya el comportamiento delictivo”, reprocha.
El Opus mantiene silencio
El Opus Dei, por su parte, da la callada por respuesta. “No queremos entrar en polémicas, pero nos remitimos a la nota oficial publicada cuando se estreno la película”, ha declarado Manuel Garrido, de la Oficina de Información de la Prelatura en España, según recoge el mismo diario. El citado comunicado asevera que el largometraje de Fesser es “una mirada teñida de prejuicio negativo, que termina ofreciendo un cuadro falso y distorsionado del Opus Dei”. En definitiva, en opinión de la Obra, la película “falsea la realidad” de su institución y distorsiona la historia de Alexia González, la niña que inspira el filme.