Desde siempre la aspiración más ambiciosa de los movimientos políticos progresistas era la igualdad de los seres humanos. Ciertamente la perspectiva era primordialmente social y así pudimos comprobarlo a lo largo de los 2 últimos siglos.
Ha sido el feminismo a lo largo de su historia y de sus distintas etapas el único movimiento crítico político que plantea acabar con las desigualdades entre los seres humanos por razón de su sexo.
Hoy el feminismo es el sujeto político transformador por excelencia que tiene un proyecto de vida basado en esa aspiración a la igualdad de los seres humanos pero contra todos los privilegios existentes para los varones que todavía siguen condenando a las mujeres a una subordinación inmemorial.
No existe en estos momentos ningún movimiento político que pretenda una transformación de tal calado, que esté presente en todos los ámbitos socio culturales y que además sus beneficios sean para todos los seres humanos en todas las áreas: laboral, social, civil, política, cultural pero muy especialmente, y esto es esencial, en las conciencias. Y aquí tenemos la sinergia con el movimiento laicista. Lo explico a continuación:
El laicismo como movimiento liberador de las conciencias sometidas a la alienación y a la falta de libertades en sus derechos a una real libertad de conciencia ha luchado desde sus inicios por el objetivo de hacer a ciudadanas y ciudadanos sujetos y sujetas políticos de este y otros derechos humanos fundamentales pero sin privilegios para nadie. Por eso digo que sobran los motivos: el movimiento laicista tiene que hacer suya radicalmente esa aspiración a una sociedad en la que una mitad de la población no someta a la otra mitad.
El aspecto radical del feminismo y del laicismo es su vocación afirmativa, incluyente de todos los sujetos y de todas las personas a partir de pactos democráticos, de modelos de convivencia, de protección y garantías en los derechos humanos . La radicalidad se encuentra en la certeza inclusiva de mujeres y hombres en relaciones basadas en la equidad, la igualdad de oportunidades, la democracia y una vida libre de violencias.
El feminismo no plantea derechos de las mujeres frente a los hombres, sino un modelo de igualdad real y efectivo. Tenemos que crear los instrumentos político jurídicos y los cambios necesarios que implementen y hagan real lo que ya empieza a decirse por todas partes: desde la judicatura , la cultura , el arte, la ciencia y lo que afecta a nuestra vida personal como es el gran asunto de los cuidados .
El movimiento feminista se ha hecho fuerte y este 8 de Marzo toda la sociedad en su conjunto está interpelada por un esperanzador proyecto de transformación de las mentalidades estructuradas en ese machismo naturalizado y con tantos siglos de recorrido causante de violencia y desigualdad. La huelga del 8 de Marzo es un paso más en los movimientos de los 2 últimos años . Es un proyecto de dimensión mundial por un modelo de sociedad que beneficia a todas y a todos.
Europa Laica se suma a la convocatoria de huelga del 8 de Marzo y estará presente en las movilizaciones con el resto de organizaciones convocantes para avanzar hacia la igualdad entre los seres humanos y para estar en la vía transformadora de las conciencias que se ha construido solamente sobre la mitad de la humanidad.
VIVA EL 8 DE MARZO Y VIVA LA HUELGA FEMINISTA ¡!!
Raquel Ortiz. Valencia Laica
Coordinadora Comisión Feminismo y Laicismo de Europa Laica
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*Los artículos de opinión expresan la de su autor, sin que la publicación suponga que el Observatorio del Laicismo o Europa Laica compartan todo lo expresado en el mismo. Europa Laica expresa sus opiniones a través de sus comunicados.