El Rey ha puesto el énfasis de su discurso de Nochebuenaen la convivencia y en los principios constitucionales en los que se inspira, en un momento marcado por la crispación política y social por el riesgo de secesión territorial. Pero no solo como valor para afrontar los riesgos de la alta temperatura política que vive España, sino también con los ojos puestos en el porvenir de una juventud que sufre los “problemas serios” de una crisis económica que ha truncado la inercia progresiva de la vida y ha cambiado las reglas del juego. El Rey, ante esta realidad, ha llamado a asegurar la convivencia y ha instado a “alcanzar consensos cívicos y sociales que aseguren el gran proyecto de modernización de España”. Felipe VI ha querido dirigirse “especialmente” a los jóvenes, que como ha señalado, están sufriendo “problemas serios” como consecuencia de una crisis económica que ha truncado la inercia progresiva de la vida y ha cambiado las reglas del juego. El Rey ha recordado que la sociedad española tiene “una deuda pendiente con nuestros jóvenes”.”Os tenemos que ayudar”, ha agregado.
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