La oposición le recuerda que “muchos creyentes no están de acuerdo con gastarse tres millones en fastos”
Una visita de Benedicto XVI cada cuatro años. Ese es el deseo expresado por el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien ha manifestado que le "gustaría una visita del Papa en cada legislatura", aunque el dirigente popular tal vez no reparó en los costes de su pretensión, pues se ha sabido hoy que la estancia del Pontífice de un día, el pasado sábado, en Santiago de Compostela, costó a las arcas públicas casi 2.500.000 euros.
Feijóo contestó de esa manera a una crítica del diputado del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) Carlos Aymerich, en el Pleno del Parlamento regional, quien le recriminó el alto coste de la visita mientras más de 580.000 gallegos viven por debajo del umbral de la pobreza.
¿Le parece mal?
Feijóo defendió que el coste de la presencia de Benedicto XVI en Santiago fue menor que el de la publicidad que pagó el Gobierno anterior de coalición entre los socialistas y BNG para "un registro de demandantes de primera vivienda", y le preguntó al diputado nacionalista si le "parece mal" que "150 millones de personas" vieran por televisión la visita.
El informe de Cáritas
El presidente gallego afirmó que le resultaba "curioso" que el diputado del BNG "critique la visita del Papa y haga alusión a un informe de la Iglesia Católica", en referencia a Cáritas.
Feijóo da la vuelta a la tortilla
El popular le recordó al diputado nacionalista que el bipartito rebajó las subvenciones a Cáritas en sus cuatro años de legislatura, durante los que los porcentajes de población por debajo del umbral de la pobreza también fueron superiores, pese a que gobernaron "en bonanza económica".
"La voz de alarma de los comedores sociales"
Aymerich, por su parte, indicó que los comedores sociales vienen dando "la voz de alarma" desde hace tiempo ante el incremento de la demanda y, mientras, la Xunta "no escucha, está a otras cosas".
Medidas antisociales
El diputado de BNG reprochó a Feijóo que se hayan eliminado las transferencias a las siete grandes ciudades y las comarcas de la Mariña para los equipos de inclusión social; se haya reducido a la mitad el plan de actuación con la comunidad gitana y se reduzca la partida dedicada a las familias de acogida.
"Derecha radical y cruel"
Todo esto demuestra, según Aymerich, que el PPdeG representa a "la derecha radical y cruel"; que "prefiere el modelo de Dickens de los orfanatos" y que tiene un "problema de prioridades", ya que "para una visita papal de ocho horas sí hay dinero, pero no para combatir la pobreza".
"Tres millones en fastos"
El portavoz del BNG resaltó que, independientemente de reclamar la disociación Iglesia-Estado, reconoce "el trabajo encomiable" de Cáritas, que "deberían realizar las instituciones públicas", y ha apostado por que "muchos creyentes no están de acuerdo con gastarse tres millones en fastos".