‘Espejo Público’ ha podido hablar con varios exmiembros de la organización religiosa.
Nuestro país cuenta con más de 120.000 Testigos de Jehová, una religión de gran arraigo en nuestro país, pero que desde hace unos meses se encuentra cuestionada por aquellos que han sido expulsados de ella o que han decidido salir voluntariamente.
Estas personas se consideran víctimas y, por ello, se han organizado como la Asociación Española de Víctimas de los Testigos de Jehová (AEVTJ). Además, una jueza ha reconocido que, precisamente, son víctimas de esta organización religiosa.
Así, este lunes, Espejo Público ha mostrado el reportaje en el que han podido hablar con varios extestigos de Jehová, quienes aseguran que, al ser expulsados o al haber abandonado la organización han tenido que ver cómo sus familiares y amigos los daban completamente de lado.
Lydia, de apenas veinte años e hija de un ‘anciano’, el equivalente al sacerdote de la Iglesia católica. Como tal, la joven debía predicar durante 70 horas al mes o de puerta en puerta. Así, Lydia ha contado su dura historia.
«Salí. Me tendrían que haber expulsado, pero no me presenté al Comité judicial. Te hacen todas las preguntas que pueden sobre el pecado que has cometido y deciden si te perdonan, con consecuencias, o te expulsan», ha destacado Lydia que, además, ha explicado que su pecado era haber estado con un chico y, desde que salió de la organización, no tiene contacto con sus padres ni con sus hermanos.
«Me considero víctima del ostracismo que ejercen sobre los que permanecen. Lo peor es la soledad, no tener a nadie. El problema no es la religión. Que crean lo que quieran. El problema está en las prácticas coercitivas que utilizan«, ha sentenciado Lydia.
Por su parte, Natán tuvo que someterse a un Comité Judicial con tan solo 19 años y, ante tres ‘ancianos’ para explicarles su condición de bisexual: «Luego, la decisión se publica en una reunión. En la AEVTJ hay casos en los que se ha creído más en estos sistemas parajudiciales religiosos que en la propia Justicia y no se han denunciado abusos sexuales. A las mujeres se les ha preguntado si han disfrutado o si han tenido orgasmos».
Asimismo, el matinal se ha puesto en contacto con la sede nacional de Testigos de Jehová, quienes han calificado de «escandalosas» e «infundadas» las acusaciones de la AEVTJ: «No hay nada único ni extraordinario en el hecho de que los Testigos de Jehová tengan un proceso religioso para expulsar a los adeptos que no se arrepienten de haber cometido un pecado grave». Además, han acerca de las acusaciones de animar a las familias miembros a desligarse de sus familiares: «Enseñamos la admonición bíblica de limitar o cesar la asociación con individuos que han sido expulsados. Cada creyente decidirá cómo aplicar este mandato bíblico«.
Samuel, exanciano de una congregación, también fue expulsado de los Testigos de Jehová: «Cuando sales, te expones al total rechazo social y familiar. Dejan de hablarte de un día para otro«. También Lary, con tres hijos y seis nietos dentro de la organización religiosa, ha explicado: «Lo primero que me dijo el anciano cuando escribí la carta de renuncia fue que nadie me iba a volver a hablar. Me siento totalmente una víctima«.