Charles Taylor y Gerard Bouchard son voces influyentes en el debate secular de la provincia de Quebec, Canadá, desde hace mucho tiempo, siendo coautores de un informe del año 2008 sobre el tratamiento de las minorías religiosas. El informe Bouchard-Taylor fue el precursor de una propuesta de secularismo, planteada por el Partido Quebequense en 2013, que se extendería a cualquier persona en el servicio público.
Una de sus recomendaciones señalaba que a los trabajadores provinciales que se hallan en una posición de autoridad, tales como jueces, policía y guardias de prisión, no se les debía permitir usar prendas de vestir religiosas en el trabajo.
Taylor, un galardonado filósofo de la Universidad de McGill, reputado por sus trabajos sobre modernidad y secularismo, y calificado por algunos como el último de los filósofos morales del siglo XX, escribió esta semana una carta abierta en la que declaró que la provincia no debería tomar más medidas para «estigmatizar a las minorías» luego del ataque a una mezquita en la ciudad de Quebec, que dejó seis hombres muertos, informa CtvNews.ca. Ha cambiado su posición de que los oficiales del Estado estén inhibidos del uso de prendas de identidad religiosa. «El tiempo en que la mayoría de nuestra sociedad pueda actuar sin tener en cuenta a las minorías marginadas ha terminado», escribió.
Bouchard, que también escribió una carta abierta en el Montreal La Presse, dijo que respeta la decisión de Taylor de cambiar de opinión y señaló que había señales en los últimos años en que así lo haría, pero que no está de acuerdo con él.
Bouchard, respetado sociólogo e historiador experto en interculturalismo, dijo que la nueva forma de opinar de Taylor tendrá el efecto opuesto y sumergirá a la provincia en otra discusión sobre el trato razonable a las minorías. Bouchard dijo a Montreal Le Devoir que considera que la nueva posición de Charles Taylor es «decepcionante» y dice que no legislar la prohibición de las señales religiosas para los jueces, oficiales de policía y guardias de la prisión no conciliará el tema divisorio existente en Quebec.
«El debate volverá a empezar y se parecerá al que hemos tenido en los últimos 15 años, lo que es muy emocional», dijo Bouchard a Le Devoir, un periódico libre pensador de gran tradición en esa provincia y en toda Canadá. «El asunto va a salirse de manos y los miembros de las comunidades religiosas, sin duda, terminarán sintiéndose lastimados».
Bouchard dijo que prohibir el uso de símbolos religiosos es razonable y es esencial para garantizar la credibilidad de las personas que ejercen ese tipo de funciones.
Más recientemente, el gobierno liberal ha introducido un proyecto de ley sobre la neutralidad religiosa que requiere que cualquiera que da o recibe servicios del estado debe hacerlo con su cara descubierta, generando un debate que está tomando mucha fuerza en la realidad política.